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Un equipo conjunto UPV/UV halla en buen estado el primer mural maya al fresco en Guatemala

Un equipo conjunto de investigadores de la Universitat Politècnica de València y Universitat de València dirigido por Gaspar Muñoz (UPV) y Cristina Vidal (UV), directores del proyecto arqueológico La Blanca entre ambas universidades y la de San Carlos de Guatemala, ha presentado los resultados de un importante hallazgo arqueológico realizado en la ciudad maya de Chilonché, donde ha descubierto el primer mural maya pintado al fresco encontrado hasta el momento en Guatemala.
Se trata de un hallazgo de especial relevancia al ser el primer mural de estas características localizado en esta región arqueológica, además del enorme valor de sus pinturas, que «por la información que aportan, tanto histórica como artística, así como por la técnica pictórica empleada, pueden considerarse excepcionales», según apuntan los investigadores.
El hallazgo ha sido realizado por el mismo equipo interdisciplinar hispano-guatemalteco que en 2009 logró otro importante hallazgo, un gran ‘mascarón’ maya de más 2.000 años de antigüedad, que fue localizado en la misma acrópolis de Chilonché, de 15 metros de altura, donde recientemente han sido encontradas estas espectaculares pinturas murales, que datan del s.VIII d.C, según se ha podido determinar gracias a los primeros datos obtenidos tras su descubrimiento.
El mural fue localizado en el interior de uno de los cuartos de un palacio maya construido en el período clásico tardío (600-900 dC) que forma parte del conjunto monumental de la acrópolis de Chilonché, sepultada durante siglos por la selva hasta su descubrimiento por este grupo de investigadores. Esta sala fue clausurada intencionadamente con piedras y tierra por los antiguos mayas, gracias a lo cual las pinturas se han conservado en buen estado.
Personajes masculinos y femeninos y jeroglíficos descifrados con sus nombres
En las pinturas halladas por los investigadores, se pueden apreciar varias escenas que recrean un acontecimiento histórico en el que se realizaban ofrendas a un personaje especial. En ellas aparecen imágenes de carácter figurativo con personajes masculinos y femeninos, en diferentes actitudes y tamaños, pintados de color negro, rojo y ocre, así como signos jeroglíficos referides a sus nombres.
El desciframiento de estos jeroglíficos, realizado a través de un estudio pormenorizado por el epigrafista especializado Alfonso Lacadena, de la Universidad Complutense de Madrid, ha permitido profundizar mucho más en la historia dinástica de las distintas ciudades, los conflictos bélicos que mantenían unas con otras, sus relaciones diplomáticas y sus creencias religiosas.
Todo ello hace que las pinturas descubiertas en Chilonché constituyan un hallazgo excepcional y de enorme relevancia, tanto por la práctica ausencia de murales de época clásica conservados, como por el interés que reviste el estudio de los personajes y los textos que los acompañan, según destacan los responsables del proyecto, iniciado en 2009, y que ha contado en la última campaña arqueológica (2012-2013) con el apoyo financiero de la Fundación holandesa Príncipe Claus, el Programa 0’7 de la UV y el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte del Gobierno de España, gracias a lo cual se han rescatado estas espectaculares pinturas murales, que se encontraban en peligro de desaparición por culpa de los saqueos.
El proyecto arqueológico La Blanca lleva realizado excavaciones y diversas acciones para la puesta el valor del patrimonio cultural de esta zona, un emplazamiento arqueológico maya precolombino ubicado en el municipio de Melchor de Mencos (norte de Petén, Guatemala) desde el año 2004, labor que ha sido reconocida este mismo año 2013 con el premio ‘Best practices in site conservation’ (Mejores prácticas en conservación de lugares), otorgado por el prestigioso Archaeological Institute of America (AIA).
No se descartan nuevos descubrimientos en el palacio
Dada la importancia del hallazgo, y una vez realizada la intervención de salvamento, documentación y restauración de las pinturas murales, los investigadores consideran necesario poner en marcha un proyecto de salvaguarda no sólo de esas pintures, sino también de las que previsiblemente se encuentran en el interior de otros de los cuartos que conforman este palacio maya. De hecho, en otras salas del mismo edificio se han encontrado también restos de pinturas murales que, sin embargo, al haber permanecido a la intemperie han desaparecido en gran parte. No obstante, los investigadores no descartan nuevos descubrimientos en estas zonas poco exploradas de la región donde podrían conservarse ocultos más tesoros de la cultura maya.

Fuente: UV/UPV