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Un estudio de la UA analizará la incidencia de la COVID-19 en las prácticas gastronómicas

Es un hecho constatable que las ventas de alimentos se han disparado tanto en los supermercados como en la venta online. La cerveza, la levadura seca, la leche, las aceitunas y las especias se encuentran encabezando la lista de los alimentos más vendidos. Los no perecederos como arroz, legumbres o pastas también figuran entre los preferidos por los consumidores, así como el atún en conserva y los chocolates.

El aislamiento social y las medidas de contención pensadas para ralentizar la propagación de la COVID-19 han alterado por completo las rutinas diarias de los españoles. Este cambio de hábitos ha sido muy acusado en el terreno del avituallamiento doméstico y en el de la alimentación. Los consumidores desarrollan en casa las actividades que resulta imposible realizar en la calle, asimismo, el cierre de bares y restaurantes está haciendo que más que nunca se cocine en los hogares. Al que podría considerarse el temor inicial ante un supuesto desabastecimiento, puede haber sucedido una nueva predisposición ante la gastronomía, una nueva preocupación por la salud y una nueva percepción de la alimentación.

Bajo estas premisas, la Cátedra Carmencita de Estudios del Sabor Gastronómico de la Universidad de Alicante y el Centro de Gastronomía del Mediterráneo UA-Dénia (GASTERRA) han elaborado un cuestionario a partir del cual se examinará la tendencia en los hábitos de consumo y las prácticas culinarias durante la pandemia del Coronavirus.

Uno de los principales objetivos del estudio “es analizar si se ha producido una transformación en la percepción de la ciudadanía sobre temas alimentarios, así como en qué medida se están cocinando platos tradicionales y consumiendo productos de proximidad durante la COVID-19”, explica Josep Bernabeu, promotor de la iniciativa junto a la también profesora de la UA, María Tormo. “Pretendemos obtener información sobre cómo está incidiendo el confinamiento en los hábitos de consumo y culinarios y qué aspectos gastronómicos están teniendo más relevancia”, asegura el catedrático de Historia de la Ciencia y director de la Cátedra Carmencita y de GASTERRA.

El estudio también pretende detectar si se ha operado cambios de percepción en cuestiones como el trabajo que realizan productores, agricultores y ganaderos, la necesidad de consumo de productos ecológicos o la importancia de comprar en mercados o tiendas de proximidad.

De igual manera pretende recabar datos sobre si la COVID-19 ha generado un impulso hacia el autoabastecimiento con la elaboración propia de productos como el pan o el deseo de disponer de un huerto urbano.

Igualmente, el estudio incide en la importancia de una alimentación saludable, una de las preocupaciones que más han circulado por las redes estos meses, debido al aumento de peso derivado de un consumo desproporcionado y la falta de ejercicio. En el cuestionario insiste en la importancia de las tradiciones culinarias para mejorar los hábitos alimentarios.

La participación en la encuesta es libre y está abierta a toda la ciudadanía. Se puede hacer a través de este enlace.

Fuente: UA