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Presentan un estudio sobre la situación y propuestas de mejora del transporte público urbano de la ciudad de Castellón

El transporte urbano e interurbano juega un papel fundamental en la vertebración de los territorios, la igualdad de acceso de la población a los servicios fundamentales y resulta un elemento imprescindible para conseguir una movilidad más sostenible. El Instituto Interuniversitario de Geografía de las universidades de Alicante (UA) y Jaume I de Castelló (UJI), estudia y analiza desde hace más de un lustro esta importante área de conocimiento que tiene una influencia directa en la calidad de vida de las personas.

Los estudios realizados por los profesores Pablo Marco y Javier Soriano han alcanzado distintos aspectos como la relación del transporte y la despoblación del medio rural, su legado histórico o el análisis de la actual situación de las infraestructuras en la provincia o en la capital castellonense. Recientemente, el trabajo del profesor Pablo Marco, Un siglo de transporte urbano en Castellón. Historia del transporte público en la capital de La Plana, ha obtenido el premio Cátedra Demetrio Ribes de la Universitat de València y la Generalitat Valenciana.

Con los datos y la información obtenida a lo largo de los últimos siete años, se ha elaborado un informe que analiza el transporte público urbano en la ciudad de Castelló de la Plana y presenta varias propuestas de mejora, algunas de ellas sin ningún coste económico, que, en su opinión académica, podrían incentivar un aumento del uso del transporte público y una mayor eficacia de la red viaria y de las infraestructuras existentes que redundaría en beneficio de la ciudadanía.

Según el análisis, la actual red presenta una cobertura, en general, adecuada para la mayor parte del casco urbano y el número de líneas se sitúa en la media de las ciudades españolas con una población similar. Sin embargo, el transporte presenta varias disfuncionalidades y aspectos susceptibles de mejora, especialmente en ámbitos como la optimización de los recursos, el aprovechamiento de la infraestructura o la información a los usuarios, cuya subsanación permitiría mejorar parámetros tan relevantes como la frecuencia o la velocidad comercial de la red.

En cuanto a la frecuencia de paso y optimización de la infraestructura, el estudio ha observado un insuficiente aprovechamiento de los recursos, al observarse salidas simultáneas en líneas con tramos de recorridos coincidentes, como en el caso de las líneas 1 y 2, 3 y 11, 12 y 15; o 4 y 9. Por eso, se propone escalonar las salidas y abrir la vía reservada del Tram en la Avenida de Mar y los paseos Morella y de la Universidad, con el fin de priorizar el tráfico y conseguir rebajar las frecuencias, que se sitúan en una media de 23 minutos.

En el caso de la línea del Grao, los investigadores proponen su incorporación plena en la red municipal, ahora es de titularidad de la Generalitat Valenciana, y la creación de conexiones directas de las playas con centros de atracción como el Hospital General Universitario. Otras de las medidas se centran en la calidad de la prestación y accesibilidad, proponiendo completar la instalación de marquesinas en las paradas que el espacio público lo permita, así como procurar la máxima accesibilidad a las paradas, con el aprovechamiento de las usadas en el Tram.

Respecto a este medio, el informe indica que habría que equiparar las prestaciones a un BRT (Bus de tráfico rápido) aplicando medidas como mejorar la preferencia semafórica, la prolongación hasta la playa del Pinar, la habilitación del acceso por todas las puertas para agilizar la entrada, la implantación de una frecuencia de al menos 10 minutos o la creación de una doble plataforma en todos el nuevos tramos que se construyan en el futuro.

La información a los usuarios y usuarias es uno de los puntos más deficientes del actual sistema de transporte urbano, a pesar de las mejoras introducidas los últimos años. El estudio explica que se tiene que ofrecer una información clara y sencilla con un diseño unificado e indicar en las paradas sin pantalla el horario de paso de cada línea. También hay que completar y unificar la información que ofrecen las diferentes páginas web y reunirla en una única app, así como mejorar el pago, para lo que proponen la creación de un sistema tarifario integrado, con una tarjeta interoperable y aprovechar la tecnología, por ejemplo, para pagar con el móvil.

El informe también plantea medidas en los servicios especiales, como la ampliación del recorrido y circulaciones de las líneas 5 y 13 o la creación de nuevos servicios para el mercado de lunes o los partidos de fútbol en Castalia; la creación de nuevos carriles reservados (ya previstos en el PMUS y en el PMoME) o ampliar la cobertura con la implantación de lanzadores a los polígonos industriales o el establecimiento de transporte a la demanda en zonas de baja densidad como la Marjaleria.

Los investigadores aseguran que, en algunos casos, solucionar las disfuncionalidades y mejorar varios parámetros sería posible con medidas de optimización sin ningún coste para las arcas públicas, aunque son conscientes de que otras impliquen actuaciones públicas más decididas. Aun así se muestran contrarios a medidas como la gratuidad del transporte (salvo los abonos para colectivos vulnerables), porque piensan que si el presupuesto destinado a ellas se invierte en la mejora de los parámetros del servicio, esto redundaría en una oferta más atractiva y competitiva.

El perfil del viajeros que usan el transporte público urbano en Castelló indica que la población cautiva (aquella que por edad o condición social no podrían desplazarse en vehículo particular) es el principal colectivo usuario de una red de transporte que «todavía no resulta una alternativa real para la movilidad, incluidos aquellos que disponen de vehículo» y que aspectos como el precio no son uno de los criterios determinantes para su uso, sino la calidad de la oferta.

La sección castellonense del Instituto Interuniversitario de Geografía, coordinada por el profesor Juan Bautista Ferreres, está integrada por profesorado de las áreas de Análisis Geográfico Regional y Geografía Humana, que estudian y analizan datos meteorológicos, de movilidad, despoblación, turismo o patrimonio. Se creó por la Universidad de Alicante en 1982 y el Laboratorio de Clima de la Universitat Jaume I se integró el mismo en julio de 2009, cuando pasó a ser interuniversitario.

El informe está disponible en la página web del Instituto Interuniversitario de Geografía.

Fuente: UJI