Un equipo de investigadoras de la Universitat Politècnica de València ha obtenido un nuevo batido a base de leche y caqui con un gran potencial antioxidante. El caqui es una importante fuente de compuestos antioxidantes gracias a su contenido en carotenoides y taninos. Según las pruebas desarrolladas en los laboratorios, uno de estos batidos contendría la misma cantidad de carotenoides que un caqui entero.
La clave para conseguir una bebida con estas propiedades está en la técnica aplicada para el procesamiento del fruto: alta presión hidrostática (HHP, en sus siglas en inglés). Esta técnica permite prolongar la vida útil del caqui produciendo un nuevo alimento con alto valor nutritivo.
“La HHP es una tecnología no térmica que permite mantener los atributos de calidad del caqui y que favorece la extractabilidad a nivel celular de compuestos bioactivos como los carotenoides y los taninos, aumentando su capacidad antioxidante”, explica Amparo Quiles, investigadora del Grupo de Microestructura y Química de Alimentos de la Universitat Politècnica de València.
Además, la aplicación de las técnicas de altas presiones permite obtener un producto estable, y adecuado a los requerimientos del consumidor, mejor incluso que el que se obtiene con otras técnicas como la pasteurización.
Beneficios de los carotenoides
Por otro lado, según destacan las investigadoras, la incorporación de carotenoides en la dieta puede ayudar a reducir el riesgo de aparición de ciertas enfermedades, como algunos tipos de cáncer, enfermedades cardiovasculares, y patologías de la visión, especialmente aquellas ligadas al envejecimiento de la población.
Beneficio económico
Pero, además de los beneficios nutricionales y funcionales, la investigación desarrollada en los laboratorios de la UPV resulta de especial interés para el sector desde un punto de vista económico, ya que permitiría disponer del producto durante todo el año. La clave, de nuevo, reside en el procesamiento del producto mediante altas presiones.
“El caqui es una fruta de temporada, que no se puede consumir durante todo el año. Esta técnica permite superar esta estacionalidad y conservar el producto con todas sus propiedades, pudiendo disponer de él para su consumo en fresco o bien como ingrediente de otras alternativas, por ejemplo, en batidos como los que hemos elaborado en nuestros laboratorios”, señala Amparo Quiles.
El trabajo desarrollado por las investigadoras de la UPV ha sido publicado en la revista Food & Function.
Fuente: UPV