La comunidad estudiantil universitaria valenciana dispone de equipamiento suficiente para el seguimiento de la docencia en línea, según los resultados del estudio Análisis de las capacidades digitales del estudiantado universitario valenciano. Entre las conclusiones del informe destaca que más del 90% del estudiantado universitario valenciano dispone de ordenador y tres de cada cuatro tienen acceso a banda ancha. Esta investigación ha sido elaborada por la Cátedra de Brecha Digital y Buen Uso de las TIC, una iniciativa de la Conselleria de Innovación, Universidades, Ciencia y Sociedad Digital y la Universidad Miguel Hernández (UMH) de Elche, en colaboración con las universidades públicas valencianas.
La directora general de lucha contra la Brecha Digital, María Muñoz, ha afirmado que “para cambiar la realidad es importante conocerla primero y, a partir de estas conclusiones y con las orientaciones que nos revela este estudio, tomaremos las decisiones necesarias para mejorar las condiciones de acceso del alumnado y de toda la ciudadanía. Una de las acciones prioritarias de la Conselleria y de esta dirección general es mejorar las competencias digitales de la ciudadanía y en los próximos meses se irán implantando diferentes fórmulas que nos van a permitir mejorar estas cuestiones”.
En concreto, el estudio destaca que el 91,4% del estudiantado universitario de la Comunitat Valenciana cuenta con un portátil para su uso individual, mientras que el 4,3% tiene un ordenador de sobremesa como único equipo. También, indica que el 4,3% del alumnado no dispone, ni de ordenador de sobremesa, ni portátil para uso personal. Además, el informe estima que, aproximadamente, 2.000 estudiantes universitarios valencianos (2%) no disponen de ningún ordenador, ni siquiera en uso compartido.
Respecto a la conexión, el estudio refleja que, en líneas generales, no se observan excesivas carencias en cuanto a las conexiones a la red por parte de la comunidad estudiantil. Así, tres de cada cuatro estudiantes tienen acceso a banda ancha, lo que supone que el 78,8% de los encuestados disponen de fibra óptica o de ADSL y solo 700 universitarios valencianos no tendrían acceso a Internet, es decir, el 0,7% de los participantes no puede costear el acceso a la red.
El estado de alarma decretado el pasado mes de marzo como consecuencia de la pandemia derivada de la COVID-19, derivó en la suspensión de la actividad formativa presencial en las universidades valencianas y en la obligación del uso de la modalidad de docencia online. El director de la Cátedra de Brecha Digital y Buen Uso de las TIC y profesor de la UMH, Daniel Lloret, ha indicado que “e-learning no ha parado de crecer desde que se impuso en el siglo XX y la pandemia ha sido un catalizador de este crecimiento, situando la docencia en línea en primer lugar entre las políticas educativas, por lo que era necesario hacer un estudio que permitiera conocer las luces y las sombras” de este método.
En este sentido, la premura con la que el sistema universitario tuvo que adaptase para pasar de la normal actividad docente presencial a docencia en línea ha dejado patentes dificultades, pero también la capacidad de reacción y adaptación del sistema universitario público valenciano para mantener la calidad en la formación. La evolución actual de la pandemia ha llevado a que las universidades hayan optado por una docencia dual en el primer semestre del curso 2020/21, pero necesitan disponer de información sobre las capacidades del alumnado para afrontar los retos de la docencia en línea y poder anticipar planes y decisiones. Por ello, con el apoyo de la Conselleria de Innovación, a través de la Dirección General de Brecha Digital, se ha presentado este análisis, un documento que aporta datos que permitirán adaptar el curso 2020/21 a las necesidades y capacidades digitales de los alumnos universitarios.
El informe ha sido elaborado por la Cátedra de brecha digital y buen uso de las TIC de la UMH y, en el mismo, han participado la Universitat de València, la Universitat Politècncia de València, la Universidad de Alicante y la Universitat Jaume I de Castelló. La Conselleria de Innovación, Universidades, Ciencia y Sociedad Digital y las cinco universidades públicas valencianas firmaron en julio los acuerdos de colaboración para la creación de una red de Cátedras sobre Brecha Digital durante 2020. El objetivo es fomentar actividades de investigación, análisis y divulgación sobre las diferentes brechas digitales, desde el punto de vista del acceso, las competencias digitales y el buen uso de las TIC, en el marco de las acciones del Observatorio de Brecha Digital dependiente de la Conselleria de Innovación. Un ejemplo de ello es la elaboración de este estudio.
El análisis realizado tiene como finalidad detectar las fortalezas y debilidades del estudiantado universitario valenciano para poder acceder a la nueva modalidad docente no presencial. Los resultados ofrecen información actualizada y útil para la toma de decisiones estratégicas sobre la educación superior en la Comunitat Valenciana. Concretamente, el estudio indaga sobre el equipamiento de hardware y software del estudiantado; el tipo y la velocidad de conexión de la que disponen; describe la experiencia y el conocimiento de las herramientas de docencia en línea; y aporta información sobre la actitud del alumnado a la docencia en línea.
Para ello, se han analizado las opiniones, obtenidas mediante un único formulario en línea, de los estudiantes de grado de las cinco universidades públicas valencianas, matriculados en el curso 2020- 2021. En total, han participado 18.295 alumnos, de los que 11.907 son mujeres y 6.388 son hombres, todos con una media de edad de 20 años. La muestra representa el 18% de la población objeto del estudio, con una representatividad por universidad que oscila entre el 12 y el 30%. El error global de muestreo se sitúa por debajo del 1%. Hay que tener en cuenta que el porcentaje de mujeres en la muestra de estudio es un 10% superior a la presencia femenina en la población universitaria, por lo que el informe muestra evidentes diferencias por sexo.
El cuestionario, formado por 39 preguntas de respuesta cerrada, excepto la última que permite el texto libre, ha estado abierto desde el 13 de septiembre hasta el 21 de octubre de 2020 y ha indagado en cuatro aspectos: equipamiento, conexión, experiencia y actitud, además de una sección de información sociodemográfica y académica. Otros de los resultados obtenidos son las competencias digitales, que presentan diferencias en cuanto a sexo y rama de conocimiento. Concretamente, el 18,6% de la comunidad estudiantil considera que tiene una alta competencia digital. Este perfil se corresponde con un estudiante de últimos cursos de una titulación de la rama de Ingeniería y Arquitectura, preferentemente matriculado en la UPV. Asimismo, uno de cada dos estudiantes califica su competencia digital a nivel de usuario. Esta categoría equivale a una competencia media-baja, ya que se encuentra en el segundo nivel de una escala de cinco niveles.
Los datos del estudio revelan, además, que la formación universitaria tiene una relación directa con el nivel de competencias digitales. A medida que se avanza de curso, el perfil de competencias básicas disminuye, a la vez que aumentan los perfiles de competencias medias y altas. Además, los hombres informan una mayor competencia digital que las mujeres (32,5%, frente a 11,8%). Este dato se corresponde con su autovaloración, pero no refleja el conocimiento o competencia real.
Respecto a la actitud, las opiniones sobre la docencia en línea revelan una ajustada preferencia por la presencial, aunque las ventajas de la misma son valoradas positivamente y el nivel de satisfacción con las plataformas, las clases, la evaluación y el profesorado es de 3 puntos sobre 5. En general, los estudiantes de segundo son los más críticos con la docencia en línea, lo que demuestra que la experiencia del último trimestre en bachillerato, de los actuales estudiantes de primero, fue más gratificante que la que vivieron en su primer año de universidad los actuales estudiantes de segundo.
El análisis del contenido del campo libre de ‘observaciones’ refleja, entre otros aspectos, que lo más valorado de la docencia en línea es el ahorro económico, la mejor gestión del tiempo, la compatibilidad con la vida laboral y la protección de la salud. Por otro lado, las desventajas son las mayores distracciones, la reducción del rendimiento y una merma de la vida social.
Fuente: UMH