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Los avances más esperanzadores de empresas del PCUMH en la lucha contra el cáncer

Con frecuencia se define el cáncer como la enfermedad de las enfermedades. La realidad es que puede aparecer en cualquier parte del cuerpo, da igual el género o la edad, la raza o la clase social. La degeneración de las células puede avanzar hasta provocar la muerte del paciente. Si no se detecta a tiempo. Si no se trata a tiempo. En estos dos últimos aspectos trabaja de forma intensiva la investigación médica y científica, un reto con un objetivo claro: mejorar la salud de la sociedad, pero también su calidad de vida.

En plena Semana Europea de la Lucha contra el Cáncer, ponemos en valor el trabajo diario que desarrollan algunas de las empresas del Parque Científico de la UMH: sus investigaciones en ámbitos como la detección precoz, la mejora de tratamientos o el alivio de las secuelas que provoca esta enfermedad son pilares fundamentales en la lucha contra el cáncer.

Prevenir mediante detección genética

La firma de diagnóstico e investigación especializada en el análisis genético que opera desde el PCUMH, Bioarray, también investiga e innova en este ámbito de la Salud. La compañía emplea su tecnología de microarrays y de secuenciación masiva para detectar alteraciones asociadas a ciertos tipos de cáncer, no solo cuando ya están presentes en el individuo sino también cuando este es susceptible de sufrirlos. Esta información es vital de cara a realizar seguimientos médicos para controlar la salud y prevenir las potenciales consecuencias oncológicas.

Éxito en tratamientos con inmunoterapia

Debido a su alta efectividad, la inmunoterapia es uno de los tratamientos oncológicos en los que los expertos tienen puestas mayores expectativas. Hawk Biosystems se centra en un nuevo tipo de antitumorales: los fármacos inmunoterapéuticos. El coste de estos tratamientos supone una media de 250.000 euros por persona y año, a pesar de que no son efectivos ni en un 50% de los pacientes; sin embargo, han resultado ser efectivos en pacientes a los que no se les ha recetado. La realidad es que, hasta ahora, no existía manera alguna de determinar qué pacientes la necesitan y cuáles no.

Hawk Biosystems ha desarrollado y patentado una tecnología que determina en qué pacientes funcionará la inmunoterapia con una precisión casi del 100%. Su tecnología hace posible el triplicar el éxito de los tratamientos contra el cáncer de pulmón, que es la primera causa de muerte por cáncer en el mundo y su mortalidad equivale a la suma de muertes de los tres tipos de cáncer más frecuentes (colorrectal, mama y próstata). Esta tecnología puede ser igualmente útil en otro gran número de tumores.

En este campo destaca también la start-up del PCUMH Symbiota, que desarrolla productos bioterapéuticos con base microbiológica. La empresa es capaz de sintetizar y reproducir un ecosistema bacteriano in vitro a través de una muestra real. Estos ecosistemas pueden monitorizarse y permiten recrear en modelos animales las condiciones fisiológicas de salud o enfermedad moduladas por la microbiota humana. Este avance podría ayudar a optimizar tratamientos como la inmunoterapia en pacientes de cáncer, en los que se ha visto que la microbiota intestinal juega un papel decisivo durante el tratamiento. Además, supone un paso más hacia una medicina personalizada, ya que sería posible comprobar si un paciente responde o no a la terapia en enfermedades para las que la microbiota condiciona la respuesta al fármaco.

Mitigar las secuelas dermatológicas

Sequedad, picazón, enrojecimiento o descamación. Estas son solo algunas de las consecuencias dermatológicas derivadas del tratamiento de quimioterapia. Esta situación adversa reduce de forma considerable la calidad de vida de los pacientes: las molestias pueden llegar a hacer que no soporten el roce de la ropa o que incluso lleguen a abandonar la terapia.

Para aliviar estos síntomas, la spin-off del PCUMH Prospera Biotech ha desarrollado Oncapsisens, un producto neurocosmético que consigue reducir la sensibilidad que causan los tratamientos oncológicos en la piel. La firma ha lanzado una ronda de financiación para llevar a cabo un ensayo internacional que valide el uso de esta crema como herramienta de protección, es decir, para confirmar si su uso preventivo puede evitar dichas molestias sensoriales.

Además, recientemente Prospera Biotech ha finalizado con éxito y resultados positivos un estudio piloto para testear su formulación PB07, fórmula que deriva de la ya comercializada crema Oncapsisens. El objetivo de esta crema es reducir las molestias sensoriales asociadas a los tratamientos por radioterapia, como el ardor, el prurito, la hipersensibilidad y el dolor.

También investiga en este ámbito la empresa del PCUMH Velet Cosmetics, firma especializada en la fabricación de alta cosmética vegana y cruelty free de estética avanzada profesional. La compañía desarrolla líneas de cosmética facial y corporal para pieles oncológicas: productos sostenibles, veganos, naturales, libres de disruptores hormonales y aptos para pieles sensibles sometidas a tratamientos contra el cáncer.

Todas estas investigaciones e innovaciones suponen un avance no solo para la identificación de tratamientos efectivos en la lucha contra el cáncer, sino también para la mejora de la calidad de vida de las personas que sufren esta enfermedad.

Fuente: PCUMH