Un equipo de investigación de la Universitat de València (UV) ha realizado un estudio que analiza los efectos de intervenciones basadas en mindfulness y compasión en el estudiantado de psicología. El trabajo, publicado en la revista Mindfulness, ha detectado un incremento de la oxitocina salivar, una hormona relacionada con las vinculaciones afectivas y el establecimiento de la empatía. El artículo aboga por la inclusión de estas intervenciones en el currículum docente de los estudios de psicología clínica y de la salud.
Se trata de un estudio que realiza una evaluación integral de la empatía y no solo de la autopercepción que una persona tiene sobre sus propias aptitudes, la cual puede estar sesgada. Con esta investigación, se añaden indicadores biológicos, psicológicos y conductuales que dan una visión más amplia de las destrezas empáticas del estudiantado de psicología.
La empatía, definida como la habilidad de inferir el estado cognitivo y emocional de otras personas y de sincronizarse con él, es un aspecto esencial de la tarea sanitaria de los y las profesionales de la psicología y se vincula al éxito de sus intervenciones.
La investigación compara los resultados obtenidos en tres grupos de estudiantes. En el primero, se aplicó una intervención basada en mindfulness y compasión. En el segundo, los y las estudiantes realizaron sus prácticas formativas en psicoterapia. Además, se incluyó un tercer grupo en el cual no se aplicó ninguna intervención. En quienes se enseñó a practicar mindfulness y compasión, se observa un aumento en la empatía y la oxitocina salivar. El grupo investigador concluye que esto podría producir una influencia beneficiosa en las interacciones y los vínculos sociales. Además, ayudaría a los y las estudiantes a aumentar su introspección y gestión emocional, habilidades que no siempre se abordan en la formación académica, y que son indispensables en el desarrollo de su profesión.
El artículo aporta una base científica a las intervenciones basadas en mindfulness y compasión. En él han participado Miguel Bellosta Batalla (primer firmante del artículo), M. Carmen Blanco Gandía, Marta Rodríguez Arias y Luis Moya Albiol (los cuatro del Departamento de Psicobiología), Ausiàs Cebolla (Departamento de Personalidad, Evaluación y Tratamientos Psicológicos) y Josefa Pérez Blasco (Departamento de Psicología Evolutiva y de la Educación).
“En los últimos años, las estrategias de mindfulness y compasión han sido objeto de una sobreexposición mediática que ha hecho que se entiendan como una panacea o una moda sin base científica. En este sentido, es fundamental realizar estudios rigurosos para demostrar que este tipo de entrenamientos mentales son eficaces, y pueden tener beneficios para la sociedad”, ha destacado Ausiàs Cebolla.
Los investigadores informan de que el aumento de los niveles de oxitocina salivar se produce al final de la intervención y la mejora de la empatía sucede cuando este aprendizaje se asimila y se aplica al ámbito social de la persona. Además, señalan la importancia de continuar con la práctica de mindfulness y compasión con regularidad, para que se mantengan los efectos beneficiosos de estas intervenciones. En el estudio participaron 90 estudiantes de la Facultad de Psicología.
Referencia bibliográfica
Bellosta-Batalla, M., Blanco-Gandía, M.C., Rodríguez-Arias, M., Cebolla, A., Pérez-Blasco, J., & Moya-Albiol, L. (2020). Increased salivary oxytocin and empathy in students of clinical and health psychology after a mindfulness and compassion-based intervention. Mindfulness, 11, 1006-1017.
Fuente: UV