La rectora de la Universidad de Alicante, Amparo Navarro Fauré, y la subdirectora de Materiales y Tecnologías del Centro Tecnológico del Calzado (INESCOP), Elena Orgilés Calpena, han firmado un convenio de colaboración con el objetivo de promover la sostenibilidad y la economía circular mediante el aprovechamiento de los reactivos que se descartan en los laboratorios de análisis para su utilización con fines educativos (Proyecto Re2-activo).
El acuerdo permitirá que estudiantes de la Universidad de Alicante puedan utilizar el material reactivo que emplea Inescop en sus laboratorios de análisis y que en la actualidad, por motivos legales, son desechados cuando caducan. Sin embargo, a pesar de haber superado la fecha de caducidad, muchos de estos reactivos todavía se encuentran en buen estado y pueden ser aprovechados con fines docentes.
Navarro ha destacado el “espíritu de cooperación” que guía este acuerdo “que redunda en beneficio de todas las partes, de la sociedad en general y que está alineado con los valores de nuestra universidad”.
Por su parte, Elena Orgilés, ha agradecido a la Universidad de Alicante esta iniciativa de la que “no dudamos en ningún momento cuando se nos planteó por el beneficio que supone para todos el reaprovechamiento de los materiales”.
El convenio que hoy se ha firmado entre la Universidad de Alicante e INESCOP beneficiará a todos los actores, ya que supondrá menores costes para la empresa al no tener que hacer frente a la destrucción de los materiales; para la Universidad de Alicante que podrá adquirir los reactivos necesarios para las prácticas de estudiantes sin coste; y para la sociedad que verá cómo se aprovechan mejor los recursos, se reduce el impacto ambiental y se promueven los valores de la sostenibilidad y economía circular.
De esta manera, el acuerdo prevé que la UA recogerá, inventariará y gestionará, de forma periódica, los reactivos de INESCOP con fines exclusivamente docentes para los diferentes grados y máster que se imparten en la institución de educación superior alicantina.
Fuente: UA