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Investigan los recursos científicos utilizados en 1932 para aclarar una intoxicación de vino con arsénico

(De izquierda a derecha): Ximo Guillem-Llobat, profesor del Departamento de Historia de la Ciencia y Documentación (Universitat de València), e Ignacio Suay-Matallana (Universidad Miguel Hernández).Ximo Guillem-Llobat, investigador del Instituto Interuniversitario López Piñero de la Universitat de València (UV), e Ignacio Suay-Matallana, de la Universidad Miguel Hernández (UMH) de Elche, han estudiado los problemas derivados del envío a Francia de una partida de vino contaminada con arsénico desde el puerto de Valencia en 1932, con la que se envenenaron 300 marineros franceses. El artículo, publicado en la prestigiosa revista Ambix, editada por la Society for the History of Alchemy and Chemistry, analiza la relación entre el mundo científico valenciano y sus expertos, y las regulaciones del comercio de alimentos del momento, en un contexto en el que el mercado vinícola francés competía fuertemente con el español.

“Las discusiones científicas y las regulaciones de diferentes productos no son ajenas al contexto social, las presiones comerciales, las reivindicaciones patrióticas y las negociaciones políticas, como tampoco a los intereses particulares de los expertos. El análisis de controversias como la de la intoxicación de 1932 nos permiten observar con claridad cómo se conjugan todos estos elementos y las limitaciones del asesoramiento experto”, ha destacado Ximo Guillem-Llobat, también profesor del Departamento de Historia de la Ciencia y Documentación de la Universitat de València.

El vino era un producto clave para las exportaciones locales y para los impuestos aduaneros del país y esta contaminación despertó gran atención de la prensa, las autoridades y los científicos valencianos del momento, puesto que los vinicultores franceses intentaron amplificar el caso para desprestigiar a los vinos españoles y aumentar las ventas propias.

En concreto, los químicos del laboratorio de la aduana del grao de València y los ingenieros agrónomos de la región y otros enólogos y expertos valencianos tuvieron un papel fundamental y no se limitaron a preparar informes técnicos y análisis químicos, sino que se esforzaron en defender públicamente su trabajo en la prensa diaria y en otras publicaciones.

El artículo, Poisoned Wine: Regulation, Chemical Analyses, and Spanish-French Trade in the 1930s, también remarca el papel de las nuevas regulaciones y estándares del vino a escala internacional que se estaban negociando, con el objetivo de uniformizar los métodos de análisis de este producto y facilitar las transacciones internacionales.

El trabajo de Guillem y Suay ha estudiado la participación de los expertos locales en estas negociaciones internacionales, en las que se mezclaban las discusiones sobre cuestiones químicas y límites analíticos con asuntos económicos y comerciales y se negociaban unas normativas tan convenientes como fuera posible para los intereses vinícolas de cada territorio. Unos hechos que en la década del 1930 dieron lugar a regulaciones que excluyeron de los controles aplicados sobre vinos el análisis de tóxicos como por ejemplo el arsénico, a pesar de la existencia de numerosos focos potenciales de este tóxico en la preparación del vino.

El artículo analiza, entre otros, la participación en la controversia de jueces de instrucción y médicos del hospital de Le Havre, ingenieros agrícolas, químicos aduaneros, enólogos y estudiantes de medicina valencianos, así como periodistas de diferentes países. Igualmente, la investigación también remarca el protagonismo que adquirió la química como herramienta para el control de mercancías. Un protagonismo que se consolidó, con sus beneficios e inconvenientes, con la apertura de laboratorios de aduanas durante la década de 1920. En estos laboratorios se analizaban los productos de comercio internacional, especialmente telas, azúcar, alcohol o vino. Había en ciudades portuarias como Barcelona, Valencia, Málaga, Portbou, Irún, Sevilla y Bilbao, y el control de los vinos era muy relevante, puesto que en el periodo entre 1925 y 1930 se trataba de la segunda exportación española más importante, tras las naranjas.

La intoxicación de vino con arsénico 

The New York Times, a comienzos de abril de 1932, fue el primer diario en denunciar el caso de contaminación con arsénico, un asunto en el que se vieron afectados 300 marineros y oficiales franceses que habían consumido vino comprado en España, según el diario. Posteriormente, otros diarios, tanto franceses como españoles (como L’Express du Midi, el Nouvelliste Valaisan, La correspondencia de Valencia o El Luchador), publicaron el caso. El debate se centró en averiguar cómo el arsénico se había mezclado con el vino, si este hecho se había producido en Valencia o si, por el contrario, se había dado bajo la responsabilidad de la compañía francesa propietaria del envío. Además, en el debate intervinieron los gobiernos, las asociaciones de productores de vino de los dos países y numerosos expertos.

Documentación

Para la preparación del artículo, Ximo Guillem-Llobat e Ignacio Suay-Matallana han consultado numerosos documentos de archivo españoles y franceses, así como monografías históricas y prensa diaria de la época publicada a varios países. También ha resultado fundamental la discusión de esta investigación en congresos internacionales como el Third International Conference on Food History and Cultures (Tours, junio 2017) o en la sesión Wine Quality in the 19th and 20th Centuries, organizada por los autores en el congreso Old and New Worlds: the Global Challenges of Rural History (Lisboa, enero de 2016).

Esta investigación y el artículo generado han sido posibles por los proyectos de investigación públicos Políticas de Salud en la Europa del siglo XX [HAR2014-51859-C2-1-P] y Vivir en un mundo tóxico: expertos, regulaciones y controversias públicas en la España del siglo XX [HAR2015-66364-C2-2-P], así como por la obtención por parte de Ignacio Suay-Matallana del New Scholars Award de la Society for the History of Alchemy and Chemistry.

Trayectoria

Ignacio Suay-Matallana es profesor ayudante doctor de Historia de la Ciencia en la Universidad Miguel Hernández y también secretario del la EuCheMS Working Party on History of Chemistry. Sus intereses de investigación principales están relacionados con historia contemporánea de la ciencia y la química, principalmente los espacios de la ciencia, la cultura material, los libros de texto, el estudio de los expertos y la regulación.

Ximo Guillem-Llobat es profesor titular de Historia de la Ciencia en la Universitat de València, director del máster en Historia de la Ciencia y Comunicación Científica en la UVEG e investigador en el Instituto Interuniversitario López Piñero. Sus intereses de investigación incluyen diferentes aproximaciones a la historia de sistemas alimentarios y concretamente al control de la seguridad alimentaria en los siglos XIX y XX. Actualmente está trabajando en el control de tóxicos ambientales (humos, plaguicidas, etc).

Referencia bibliográfica

Ignacio Suay-Matallana & Ximo Guillem-Llobat (2018). Poisoned Wine: Regulation, Chemical Analyses, and Spanish-French Trade in the 1930s, Ambix, 65:2, 99-121. DOI: 10.1080/00026980.2018.1452838.

Fuente: UV