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Descubrimientos de la UA en la iglesia de Tabarca

Los estudios realizados por la Universidad de Alicante y los trabajos de restauración de la iglesia de Tabarca han permitido descubrir los «secretos ocultos» de este templo, algunos reveladores del pasado de la isla. El director de ellos afirma que deben reanudarse las obras de rehabilitación que se venían realizando hasta hace algunos años, y que han dado origen a diversos hallazgos.
Estos estudios han permitido desde constatar que el conjunto arquitectónico forma parte del sistema de recogida y almacenamiento de las aguas pluviales básicas y necesarias para la supervivencia del poblado, a descubrir criptas existentes bajo el suelo del templo. Los ha llevado a cabo Andrés Martínez Medina, profesor de Expresión Gráfica de la UA y subdirector de Arquitectura de su Escuela Politécnica, que ha dirigido tanto el levantamiento gráfico como la redacción del proyecto de restauración y las obras hasta ahora ejecutadas.
El dibujo de planos de la Iglesia-cementerio de San Pedro y San Pablo en la isla de Nueva Tabarca, iniciados en 1998 y todavía no concluidos, unido a los posterior inicio de la restauración, ha propiciado algunos hallazgos relevantes. Indica Andrés Martínez que debajo de las piedras de este templo y su casa parroquial «hemos descubierto muchas verdades, secretos ocultos que ahora afloran para nuestro enriquecimiento y el de nuestro patrimonio».
Los trabajos realizados han permitido comprobar que que iglesia y casa parroquial forman un único conjunto arquitectónico, incluso vinculado con el sistema de defensas del poblado de la isla a través de las murallas. El templo era, además, cementerio, como demuestran las tres criptas encontradas en el subsuelo, una para personajes más destacados, bajo el altar, y otras dos para los tabarquinos. También se pudo constatar que la delicada estructura de las cerchas de cubierta no era un elemento que procediera de la tradición constructora local o nacional, sino que era fruto de las investigaciones en nuevos materiales y sistemas de cálculo y comportamiento de estructuras que entonces se estaban ensayando en París.
Se ha descubierto asimismo que las cubiertas de la iglesia y de la casa parroquial recogían sus aguas y las conducían, en algunos casos mediante bajantes y colectores de piezas cerámicas embutidas en sus fábricas de piedra, hacia el aljibe de la propia plaza.
«Para redactar el proyecto de restauración fue necesario un levantamiento preciso y minucioso ya que prácticamente no se disponía de ninguna documentación gráfica, los documentos gráficos localizados sólo ofrecían pistas, pero no daban una base documental suficiente como para acometer lo trabajos de restauración», señala el director del proyecto.
Fuente: UA