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Una investigación analiza el drama de los «refugiados climáticos»

¿Existe el concepto de «refugiado climático»? Diferentes partidos políticos, ONG’s y otras instituciones proponen esta figura jurídica en defensa de los derechos humanos de quienes huyen del calentamiento global, aunque no ha llegado a transformarse en una salvaguarda legal. En este sentido, el graduado en Periodismo de la Universidad Miguel Hernández (UMH) de Elche, Alfredo Teja, ha analizado en su Trabajo de Fin de Grado (TFG) la situación de estas personas y, para ello, se ha apoyado en la historia de Usman, un mauritano que se vio obligado a dejar su país debido a las graves sequías. Teja ha publicado un reportaje sobre este estudio a nivel nacional en La Vanguardia.

Para la elaboración de su TFG, dirigido por el profesor de Periodismo José Luis González, el estudiante del Máster de Innovación en Periodismo de la UMH Alfredo Teja ha contado con fuentes como la asesora de Desplazamiento/Migración en Oxfam Intermón Cristina Fernández-Durán; la profesora de Filosofía del Derecho de la Universidad de Murcia Teresa Vicente Giménez; el Banco Mundial o Jorge Olcina, uno de los mayores expertos en cambio climático de España. Asimismo, Teja ha contactado con periodistas y profesores españoles y norteamericanos expertos en la materia y, además, ha sido tutelado por Xavier Aldekoa, reconocido africanista.

En apenas 30 años, alrededor de 143 millones de personas de personas en el mundo se verán obligadas a abandonar sus hogares como consecuencia del cambio climático. Según el Banco Mundial, el 60% de estos desplazamientos se producirán dentro de las fronteras africanas. No obstante, el estudio incluye que África ya sufre este fenómeno: países como Sudán del Sur, Somalia o Nigeria han sufrido sequías persistentes en los últimos años, estados como Malawi han padecido inundaciones repentinas y existen ciudades como Dakar o Banjul, amenazadas por el avance del océano. Además de los desplazamientos, las condiciones climatológicas, también, modifican la forma de vida en muchos países africanos, ya que todas las zonas de tradición ganadera, pesquera o agricultora pierden gran parte de su principal sustento, lo que se traduce en un éxodo rural de la juventud.

El concepto de refugiado proviene de la Convención de Ginebra de 1951 y no recoge ninguna consideración con respecto al clima. Sin embargo, el TFG incluye opiniones y explicaciones de expertos en el tema como la profesora de Filosofía del Derecho de la Universidad de Murcia Teresa Vicente, quien afirman que el concepto más correcto para referirse a estas personas debería ser ‘refugiado medioambiental’, ya que existen personas desplazadas, no como consecuencia del cambio climático, sino por motivos ambientales como, por ejemplo, una catástrofe natural.

No obstante, según las fuentes empleadas en este estudio, es esencial la creación de una figura que resguarde a estas personas porque las herramientas actuales resultan insuficientes. La fórmula jurídica de refugiado siempre cuenta con un componente de emergencia. Si se desarrollara un amparo climático abarcaría a quienes huyen de un huracán, de una inundación o de un incendio, por ejemplo. Pero no a quienes padecen fenómenos de lenta evolución como sequías, degradación del suelo o aumento paulatino del nivel del mar. Por lo que Usman, que viene de una familia de ganaderos y agricultores, realmente es un migrante climático, no podría ser un refugiado climático.

A pesar de que el cambio climático afecta ya gravemente a sociedades de África, Asia o América Latina, todavía es reversible. Según el Banco Mundial, “no tiene por qué convertirse en una crisis” y subraya la necesidad de hacer frente a esta realidad. El estudio del estudiante de la UMH recoge que el primer paso es terminar con la emisión excesiva de CO2. Según explica el experto Jorge Olcina, “el modelo de crecimiento expansivo capitalista de este liberalismo desaforado no es el mejor de los posibles”, mientras que el Panel Intergubernamental de Expertos en Cambio Climático (IPCC) ha publicado recientemente un informe en el que exige de manera urgente “cambios sin precedentes” en la sociedad. “Los próximos años son probablemente los más importantes de nuestra historia”, ha sentenciado.

Fuente: UMH