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Una encuesta muestra la preocupación sobre materias relacionadas con la ética profesional en la investigación científica y técnica

Una encuesta realizada por la Oficina de Promoción y Evaluación de la Calidad (OPAQ) y en la que han participado 539 miembros del personal investigador de la Universitat Jaume I de Castelló – UJI (el 52,33% del total de población), muestra la preocupación de este colectivo sobre materias relacionadas con la ética profesional en la investigación científica y técnica. Más de un 80% de encuestados muestran preocupación por las prácticas inadecuadas en su área de conocimiento, aunque el porcentaje se reduce a un 67,35% cuando se hace referencia a la investigación dentro de la propia universidad. El uso de influencias personales para obtener réditos (41%), el abuso de poder hacia investigadores en posiciones inferiores (26,53%), la supervisión poco rigurosa de tesis doctorales (26,35%), la publicación duplicada (21%), la falsa participación en proyectos (19,85%) y la revisión fraudulenta (19,48%) se sitúan como las malas prácticas que se perciben como más generalizadas.

Estos datos no son una excepción para este tipo de estudios. Las investigaciones sociológicas llevan tiempo apuntando a ello y señalan como una posible causa el fomento de la cultura conocida como «pública o perece», es decir, una cultura que fomenta el currículum por el peso del número de publicaciones en revistas de alto impacto y que ha generado un debate en la academia desde hace unos años. El personal investigador de la Universitat Jaume I parece coincidir con esta apreciación y señalan las ambiciones personales (48,23%) y la política de evaluación científica existente en España (44,34%) como las causas principales de la proliferación de las malas prácticas. 

La encuesta muestra también una concienciación elevada del personal investigador en torno a cuestiones como el acceso abierto, la perspectiva de género y la integridad en los procesos de investigación. Sin embargo, los mismos investigadores reconocen en sus respuestas cierta falta de formación en algunos de estos puntos claves de la ética de la investigación, así como sobre la propia estructura de gobernanza ética de la Universitat Jaume I. Cabe destacar que el instrumento más conocido es el código ético, con un 41,93% de encuestados que así lo indican, mientras que la línea ética es la menos conocida dado que apenas un 2,60% de los encuestados la identifican. 

Ante estos datos, el Vicerrectorado de Investigación y Transferencia, en colaboración con el proyecto europeo ETHNA System, va a impulsar durante el 2022 la elaboración del código de buenas prácticas de investigación de la UJI, así como la redefinición de algunas de sus estructuras de gobernanza ética. Este objetivo, que se enmarca dentro del proceso de acreditación de calidad HR Excellence in Research (hrs4r) y de los principios de la Carta Europea, se desarrollará a través de un proceso colaborativo con la participación de expertos y expertas de la Universitat Jaume I.

El código, que será aprobado antes de finalizar el presente curso académico, recogerá los compromisos de la institución y de la comunidad investigadora en materias como: el acceso abierto, la integridad científica, el compromiso público y la igualdad de género en la investigación. Para su definición la universidad iniciará un proceso colaborativo donde se contará con personal experto en cada materia. 

Resultados de la encuesta.

Fuente: UJI