Un equipo de investigación de la Universidad de Alicante (UA), formado por Juan José Galiana Merino, del Departamento de Física, Ingeniería de Sistemas y Teoría de la Señal; Javier Valdés Abellán, del Departamento de Ingeniería Civil, y Sara Gil Oncina, José Luís Soler Llorens y David Benavente, del Departamento de Ciencias de la Tierra y del Medio Ambiente, ha desarrollado una novedosa aplicación web para estimar y modelizar el riesgo potencial del gas radón.
El radón es un gas radioactivo incoloro, inodoro e insípido que se forma a partir de la desintegración del uranio presente en el suelo y las rocas. Este gas exhalado desde el subsuelo penetra en el interior de las edificaciones o instalaciones subterráneas donde puede acumularse hasta alcanzar niveles tóxicos para la salud humana. Su inhalación tanto en forma directa como gas o absorbido en el particulado, constituye una de las principales fuentes de radiación ionizante para la población, siendo reconocido como carcinógeno por la Organización Mundial de la Salud (OMS). “El principal problema de salud asociado con la exposición al radón es el cáncer de pulmón, considerándose la segunda causa de cáncer de pulmón después del tabaco”, explica David Benavente, investigador principal del equipo.
Por esta razón en algunos países es obligatorio estudiar la concentración de este tipo de gas cuando se va a acometer algún tipo de edificación, una medida que España es solo “recomendable”, según señala Benavente.
Sin embargo, estimar el potencial del radón para la salud presenta una gran complejidad debido a su fuerte dependencia con factores ambientales y geológicos, así como su amplia variabilidad. El trabajo desarrollado por los investigadores de la UA, publicado en la revista Earth Science Informatics, propone una metodología novedosa y original en la que se combinan y calculan diferentes parámetros que definen e influyen en el riesgo potencial del radón.
“Por un lado, se considera la actividad y transporte del gas a través de un perfil del suelo basado en la textura concreta del mismo y en su contenido de agua. Y por otro lado, también se incorpora de forma novedosa la influencia del clima, tanto a largo plazo, considerando diversos escenarios climáticos, como a plazos más cortos, incluyendo series de datos meteorológicos locales”, explica Juan José Galiana Merino, autor principal de la aplicación, quien señala, además, que ésta es la primera herramienta que “no solo identifica el nivel general, sino también el riego potencial teniendo en cuenta la variación en el clima”.
El formato web del programa, denominado Radon Potential, aumenta la difusión, uso y manejabilidad para más usuarios que un programa instalable en el ordenador, por lo que la aplicación desarrollada está dirigida tanto a científicos como expertos técnicos y gestores en el desarrollo de estrategias no solo para la medición y mitigación del radón en edificios, sino también para desarrollar mapas de potencial de radón a gran escala, informan los investigadores de la UA.
Fuente: UA