El Grupo de Geobotánica del Instituto Agroforestal Mediterráneo (IAM) de la Escuela Técnica Superior de Ingeniería Agronómica y del Medio Natural (ETSIAMN) de la Universitat Politècnica de Valencia ha elaborado un proyecto para recuperar uno de los marjales de L´Albufera, localizado junto a la carretera El Perelló – Les Palmeres, frente a la partida Lotería.
El proyecto pretende recuperar una zona de terreno en desuso que inicialmente fue dedicada al cultivo de arroz y que más tarde ha sido utilizada con otras especies hortícolas. Su objetivo es el de restaurar uno de estos marjales típicos del litoral valenciano, de un elevado valor medioambiental debido a su riqueza en flora y fauna autóctona.
Con el paso de los años, estas zonas entran en un estado de regresión debido a la contaminación y la actividad agrícola, por lo que se hace necesaria su revegetación. Para el director del proyecto, el investigador del IAM y profesor ETSIAMN, Herminio Boira, “son zonas húmedas que no solo forman parte de nuestro patrimonio histórico, sino que además presentan una posibilidad de albergar especies amenazadas o desaparecidas en las últimas décadas” debido a la fuerte presión antrópica en los alrededores del Parque.
Cinturones de vegetación propia
A través de una zona periférica el proyecto intenta acercar al público el paisaje del humedal, ya repetido en otras áreas del marjal, pero con el valor didáctico de albergar especies de flora y fauna características. El pequeño parque natural, del que consta el proyecto, cuenta también con el diseño de lagunas para la zona,
además de un área de ocio para niños y unos viales para el paseo y disfrute del lugar.
La revegetación se hará mediante el diseño de cinturones de vegetación propios de humedales, reconstruyendo las distintas series que se dan en el lago. La zona lúdico recreativa ofrecerá una vegetación con áreas de sombra (sauces, olmos, chopos) y césped adecuados
En este sentido, pese a que está previsto que la ejecución del proyecto se inicie a finales de 2012, serán necesarios unos cuatro años para que la vegetación adquiera en su conjunto el valor paisajístico pristino.
Una de las características que se han tenido muy en cuenta, según destacan componentes del equipo, a la hora de diseñar el proyecto “es que esta zona vaya adquiriendo la cobertura vegetal de forma autónoma y necesite el menor cuidado y mantenimiento posible para que con la inversión en la revegetación inicial sea viable sin tener que realizar grandes desembolsos anuales”.
Fuente: UPV