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Un nuevo radiotelescopio espacial ruso para observar quásares

UV-Radioastron2Un equipo de científicos del departamento de Astronomía y Astrofísica de la Universitat de València participará en la observación de tres de los quásares más brillantes con Radioastron, el radiotelescopio espacial ruso puesto en órbita en julio de 2011, y la combinación de todos los radiotelescopios terrestres del hemisferio Norte. El comité de expertos del radiotelescopio ruso ha seleccionado este proyecto, liderado por el astrofísico Manel Perucho, como uno de los destacados dentro de sus programas clave.
Este estudio permitirá avanzar en el conocimiento de la estructura interna de los chorros o jets galácticos, que “son objetos muy potentes que llevan materia y energía desde el centro de las galaxias activas, donde hay un agujero negro supermasivo, hasta distancias enormes, más allá de la misma galaxia en que se forman”, según afirma Perucho. En el proyecto, completamente financiado por el gobierno de Rusia, participan veintiséis científicos que trabajan en doce instituciones de siete países.
Radioastron tiene como objetivo la observación de estos quásares brillantes para extraer información precisa de la física de los chorros. La combinación de radiotelescopios permite obtener una resolución espacial como si se dispusiera de un radiotelescopio tan grande como la máxima distancia entre los utilizados. “Teniendo en cuenta la participación de un telescopio espacial, las observaciones alcanzarán una precisión enorme en estos objetos lejanos. Por quásares ubicados a miles de millones de años luz, el detalle observado será menor de un año luz. Esto es equivalente a observar una moneda en la Luna”, asevera Perucho, quien participa en este proyecto junto con otros investigadores del departamento, como Eduardo Ros, Petar Mimica y José María Martí.
Las observaciones se producirán a lo largo de la primavera de 2014, cuando todos los radiotelescopios del hemisferio Norte y el radiotelescopio ruso Radioastron apunten hacia su objetivo durante unas horas. Durante este tiempo las antenas acumularán la luz que llega de los quásares para poder completar una imagen con el mayor detalle posible. Entre los objetivos que observará este radiotelescopio espacial se encuentran, además de los quásares, otras galaxias activas y sus núcleos donde hay agujeros negros supermasivos, regiones de formación estelar y discos protoplanetarios, cometas de neutrones o agujeros negros estelares.
Relevancia económica
Manel Perucho también destaca el alcance económico de la participación de la Universitat de València en Radioastron. “Las observaciones con este instrumento, junto con todas las antenas terrestres que se usarán, tienen un impacto económico muy grande puesto que nuestro grupo podrá usar una infraestructura muy costosa -en este caso, resultado de una inversión pública de otro país- con un cuerpo nulo para nuestra institución académica”, argumenta el astrónomo.
Una de las líneas de investigación del Departamento de Astronomía y Astrofísica de la Universitat de València es precisamente la de los chorros extragalácticos relativistas, tanto desde un punto de vista teórico computacional como desde una perspectiva observacional. Las simulaciones numéricas proporcionan a los astrónomos un laboratorio para testar las teorías sobre los procesos físicos que determinan la evolución y las propiedades de los chorros. Los efectos de los procesos físicos estudiados con los ordenadores son contrastados después con las observaciones para comprobar la validez y aplicabilidad a estos objetos. Los estudios de los chorros no solo son interesantes en sí mismos como laboratorio de física de plasmas relativistas, sino que, además pueden tener una influencia capital en la propia evolución de la galaxia en la que se forman.
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Fuente: UV