Una investigación sobre las interacciones en la membrana de proteínas de la familia Bcl-2, relevantes en los procesos de muerte celular, ha abierto una nueva vía al diseño de fármacos antitumorales. El trabajo, publicado en la revista científica Proceedings of the National Academy of Sciences U.S.A.’(PNAS), se ha desarrollado en la Universitat de València (UV) y el Centro de Investigación Príncipe Felipe de València (CIPF).
La investigación ha sido coordinada por el profesor Ismael Mingarro, catedrático de Bioquímica y Biología Molecular (ERI BioTecMed) de la UV y director del Laboratorio de Proteínas de Membrana de la institución académica, y la doctora Mar Orzáez, investigadora principal del Laboratorio de Química de Péptidos y Proteínas del CIPF de Valencia y profesora asociada de la UV. El trabajo, financiado parcialmente por el programa Prometeo de la Generalitat Valenciana para grupos excelentes, ha contado con la colaboración del doctor Frank Edlich, de la Universidad de Freiburg.
Las proteínas de la familia Bcl-2 juegan un papel esencial en las decisiones que debe realizar la célula para su supervivencia. Existen proteínas de esta familia que protegen a la célula de la muerte y otras que la favorecen. Los equilibrios de interacción entre ellas determinan, por tanto, el destino celular y su desregulación provoca la aparición de diferentes tipos de enfermedades tales como tumores o enfermedades neurodegenerativas. A pesar de que estas proteínas realizan su función en la membrana, las interacciones entre sus fragmentos transmembrana y su relevancia en el control de la muerte celular no se conocían.
El interés de este nuevo trabajo radica en que las interacciones transmembrana de estas proteínas representan un nuevo punto de intervención farmacológica para el tratamiento de estas enfermedades. En particular, las proteínas de la familia Bcl-2 juegan un papel muy relevante en el desarrollo de resistencias a tratamientos antitumorales, de modo que este estudio abre una nueva vía para el desarrollo de nuevas terapias. Desde el punto de vista biotecnológico, este estudio proporciona, además, las herramientas necesarias para la búsqueda y desarrollo de nuevos fármacos.
“Los fármacos desarrollados hasta ahora contra la mayoría de los distintos tipos de cáncer se habían centrado en intentar regular las interacciones entre las regiones solubles de estas proteínas. La principal novedad de nuestro trabajo, por tanto, es que ahora podemos tener una diana adicional para regular esos procesos y para diseñar nuevos fármacos que modulen las interacciones entre los dominios embebidos en las membranas”, apunta Ismael Mingarro.
Fuente: UV