Los orígenes catalanes de Ciudadanos lo convierten en el primer partido de ámbito estatal caracterizado por un nuevo modelo de nacionalismo español no centralista, mientras que en Catalunya la formación de Albert Rivera es la principal referencia para los sectores contrarios a la independencia. Son dos de las aportaciones de Astrid Barrio y Juan Rodríguez Teruel, docentes de la Universitat de València, quienes, en un artículo, también apuntan que el partido naranja está completando con éxito su proceso de institucionalización.
La investigación destaca que la base electoral de Ciudadanos (C’s) proviene en gran parte del centro-derecha (un 40% de antiguos votantes de UPyD y un 12% que han recalado en la formación tras votar anteriormente al PP) y de la abstención o el voto en blanco (8,4%). Sin embargo, el análisis identifica a C’s como un partido de orientación centrista, autodefinido como “liberal en lo económico y progresista en lo social”, que todavía podría tener un nicho de crecimiento electoral por el centro-izquierda, en detrimento del PSOE.
Los expertos remarcan que la posibilidad de ganar antiguos electores socialistas se ve dificultada por la reciente decisión de Ciudadanos de renunciar a la socialdemocracia en su definición ideológica, tal como se aprobó en la Asamblea General que la formación celebró a principios de febrero en Madrid. Se trata de “una apuesta centrista enmarcada en su proceso de institucionalización”, según los investigadores. “Posiblemente, el abandono de las referencias al socialismo, más allá del hecho de que se trata de un espacio electoral con más competencia, no hace más que dar mayor coherencia a su adscripción internacional, ya que en la Unión Europea, el partido naranja forma parte de la Alianza de los Liberales y Demócratas por Europa (ALDE)”, argumentan Barrio y Rodríguez, profesora y profesor de la Facultad de Derecho.
Esta determinación del partido comandado por Albert Rivera es el último movimiento de evolución de una fuerza política que todavía se está adaptando a las rutinas de la política estatal. Así, “Ciudadanos se encuentra inmerso en una fase de institucionalización de la que dependerá su estabilidad electoral –apuntan los expertos– aunque sus orígenes se remontan a 2006, año en el que se fundó en Cataluña como partido político de ámbito autonómico que respondía a una cuestión específicamente catalana”.
Los autores destacan los ideales de renovación política y lucha anticorrupción, así como una encendida defensa de la transparencia, reforma de las administraciones públicas y despolitización de la judicatura como el motivo fundamental de este auge electoral en España a partir de 2013. “C’s nace de un fracaso del mercado electoral en el ámbito estatal procedente de demandas insatisfechas de regeneración democrática”, indican Barrio y Rodríguez, “un asunto que sigue siendo fundamental para el partido como demuestra el hecho de que acabe de retirar su apoyo al PP en Murcia tras la imputación de su presidente por el caso Auditorio”.
Unas exigencias que, junto a los recortes y la aparición de casos de corrupción, generaron los mayores índices históricos de desafección política en la ciudadanía con respecto a las instituciones. “Se generaron unas reivindicaciones que las fuerzas alternativas tradicionales, como UPyD o Izquierda Unida, no fueron capaces de canalizar”, dicen. “Éste fue el caldo de cultivo ideal para la instalación de los nuevos partidos –Ciudadanos y Podemos– en el escenario electoral estatal”, en opinión de los investigadores.
Ciudadanos en Catalunya
Barrio y Rodríguez, en su artículo, también analizan el contexto catalán de Ciudadanos, donde la formación ya lleva más de una década con representación en el Parlament. Un éxito electoral que consideran basado en un discurso antinacionalista, el cual granjeó a C’s una bolsa de votantes, en su mayoría de perfil castellanoparlante, procedentes fundamentalmente del área metropolitana de Barcelona, la zona más poblada de Catalunya. “Sus mensajes de campaña, centrados mayoritariamente en la identidad y en los asuntos lingüísticos, y su crítica de las políticas caracterizadas por el intento de construcción de una identidad nacional fueron las claves”.
El auge electoral de Ciudadanos en Catalunya se reactivó tras el renacimiento y consolidación del movimiento independentista, que le aupó a ser la principal fuerza de la oposición en el Parlament en las elecciones autonómicas catalanas de 2015. “Este éxito reside en el modelo territorial que defienden, partidario del estado de las autonomías, pero con una defensa a ultranza de la unidad de España y con una delimitación clara de las competencias de las comunidades y la eliminación de las diputaciones”, aseguran los investigadores.
Uno de los escollos que los expertos auguraban para la estabilidad electoral de Ciudadanos era su institucionalización. “Será una condición esencial para su sostenibilidad en el mercado electoral español a largo plazo”, apuntan los expertos. “Y en ese proceso, es clave asentar un liderazgo estable en el partido, en este caso en la persona de Albert Rivera, pero manteniendo a la vez la democracia interna y la promoción de nuevos líderes, como la de Inés Arrimadas. Los resultados del reciente congreso ponen de manifiesto que está superando la institucionalización con éxito aunque está por ver que sea capaz de implementar su agenda reformista”, concluyen Barrio y Rodríguez.
Referencia bibliográfica
Juan Rodríguez Teruel & Astrid Barrio (2015): Going National: Ciudadanos from Catalonia to Spain, South European Society and Politics, DOI: 10.1080/13608746.2015.1119646.
Fuente: UV