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Restos de posidonia para crear zonas verdes en vertederos clausurados

El Ayuntamiento de Santa Pola, la Universidad de Alicante y Urbaser han firmado esta mañana un convenio para la puesta en marcha del proyecto de investigación “Demostración de nuevos usos de posidonia para la recuperación de zonas verdes en vertederos clausurados”.
En la firma han estado presentes el alcalde de Santa Pola, Miguel Zaragoza, la vicerrectora de Investigación, Desarrollo en Innovación de la Universidad de Alicante, Amparo Navarro, y el director de Servicios de Urbaser, Manuel Andrés. Al acto han asistido también la concejala de Playas, Loreto Serrano, la técnico municipal de Medio Ambiente, Sonia Fluxá, la directora del Secretariado de Transferencia de Conocimiento de la UA, María Jesús Pastor y Alfonso Ramos, director del Centro de Investigación Marina, CIMAR, además de los investigadores Antonio Pastor, del Departamento de Ecología, y Juana Jordá, del Departamento de Agroquímica y Bioquímica. Por su parte Urbaser ha estado representada por el director de I+D+I, Eduardo Fernández, y el responsable de la compañía en Santa Pola, Alberto Bleda.
Miguel Zaragoza ha destacado el proyecto como “un buen ejemplo de compromiso y colaboración entre la empresa privada, la administración pública y la universidad, para afrontar un problema medioambiental y económico dándole una solución rentable a todos los niveles, gracias al empeño de gente entusiasta que ha creído en esta idea y la ha apoyado”.
Por su parte, Amparo Navarro ha declarado que “las tres instituciones debemos sentirnos muy satisfechas por la estrategia de colaboración público-privada en la investigación”, y recordó “la intensa colaboración que llevamos a cabo el Ayuntamiento de Santa Pola y la UA a través del CIMAR, un ejemplo de estación biológica que nos anima a seguir cooperando”.
Manuel Andrés, de Urbaser, ha manifestado que “como empresa de servicios medioambientales llevamos años investigando cómo dar una solución a un problema que viene generado por la virtud de, en este caso, las aguas de Santa Pola, y estamos convencidos de que este proyecto nos ofrecerá una salida medioambiental, económica y plenamente satisfactoria”.
Objetivos del proyecto
El proyecto, dirigido por el también director del CIMAR, pretende “por un lado, estudiar y validar nuevos usos y aplicaciones de la Posidonia oceánica recogida en las costas del litoral mediterráneo”. De este modo, previa optimización de los procesos de limpieza, separación de la arena adherida y secado, “podrá emplearse como sustrato vegetal y tierra de cobertura en vertederos de inertes”.
Por otro, lado, el proyecto determinará cuáles son las especies vegetales idóneas, su ritmo de crecimiento y adaptabilidad a sustratos potencialmente salinos, respetando el carácter autóctono de la vegetación local.
Según Alfonso Ramos, la iniciativa otorga una especial importancia a la “repercusión medioambiental, ya que intenta resolver un problema extendido y detectado en los municipios turísticos de la costa mediterránea, relativo a la acumulación de Posidonia oceánica en playas del litoral y cuyo reaprovechamiento se encuentra en desuso por falta de resultados positivos en las líneas de innovación emprendidas en otros ámbitos”.
Además, según el proyecto presentado por el CIMAR, “se conseguirá un potencial ahorro de materiales de recubrimiento en vertederos de inertes, minimizando el uso de tierras procedentes de otros sectores, contribuirá al mantenimiento e incremento de la biodiversidad en zonas donde la actividad humana ha generado un significativo impacto ambiental, como son los vertederos de residuos no peligrosos”.
Con su puesta en marcha “se favorecerá la recuperación de zonas verdes, reforestando con especies autóctonas del saladar y especies forestales adaptadas a altos índices de salinidad, aquellas superficies alteradas por el hombre”. El proyecto es fruto de una investigación que desarrollan los científicos de la Universidad de Alicante adscritos al CIMAR, “un claro ejemplo de transferencia de conocimiento y resultados de la investigación que revierten directamente en la sociedad”, como ha explicado la vicerrectora.
Con esto, se incrementará el potencial de conservación del litoral mediterráneo incorporando la arena separada de las algas, rica en nutrientes, a ecosistemas costeros.
En esta primera fase se procederá al sellado y clausura del Vertedero de Santa Pola, pero en fases sucesivas se prevé estudiar la replicabilidad de las soluciones validadas al amparo del proyecto en otras zonas de la geografía litoral mediterránea, creando sinergias en materia de investigación con otros países como Francia, Italia, Túnez, etc.
Fuente: UA