La Cátedra de Brecha Digital y Buen Uso de las TIC de la Universidad Miguel Hernández de Elche (UMH) ha realizado un estudio en una muestra de 1012 madres y padres con hijos entre 10 y 16 años, en el que se explora su grado de acuerdo con las iniciativas regulatorias.
En la última década ha crecido la evidencia sobre las consecuencias negativas de las redes sociales en la salud mental de los y las adolescentes con perfiles psico-sociales de vulnerabilidad. En este sentido, los resultados del estudio muestran una necesidad de implementar regulaciones estrictas en este ámbito y reflejan una elevada preocupación de los padres y madres por proteger a los menores en el entorno digital.
Varios estados han aprobado leyes dirigidas a regular los contenidos sensibles, incitación al odio, violencia, pornografía, anorexia y pseudoterapias, entre otros, así como el uso que los menores pueden hacer de las redes sociales.
Según el estudio de la UMH, el 88,9% de los padres y el 91,0% de las madres están de acuerdo con establecer una edad mínima legal para el uso de redes sociales, identificando en su mayoría los 16 años como el mejor momento para permitir el acceso de los menores. El apoyo a esta medida tiende a ser más alto entre los padres con mayor nivel de estudios y socioeconómico.
Otra medida analizada en la investigación fue la necesidad de contar con consentimiento parental para que los hijos e hijas accedan a las redes y los resultados fueron apoyados por los encuestados, identificando también en su mayoría que se debería necesitar ese consentimiento hasta los 16 años. Por género, el 87,9% de los padres y el 91,1% de las madres están de acuerdo con esta medida. Asimismo, la medida de prohibir legalmente los contenidos en redes sociales que puedan ser dañinos para menores recibe un alto nivel de acuerdo entre los encuestados y, por género, el 88,2% de los padres y el 92,9% de las madres están de acuerdo. En términos de nivel educativo se observan diferencias significativas, ya que el grupo de nivel alto y medio alto muestran mayores niveles de acuerdo en todas las medidas analizadas, con la excepción de la relacionada con la prohibición de contenidos en Internet. Estas diferencias se registran igualmente al comparar grupos de diferente nivel socioeconómico, ya que los niveles altos están más de acuerdo con una regulación más estricta.
A tenor de los resultados, los autores del estudio recomiendan elevar la edad mínima para acceder a redes sociales a 16 años, en consonancia con el Reglamento General de Protección de Datos de la UE y el Anteproyecto de Ley Orgánica para la protección de las personas menores de edad en los entornos digitales. Para asegurar la correcta aplicación debe de ir acompañada de medidas válidas y fiables para la verificación de la edad.
La Cátedra de Brecha Digital y Buen Uso de las TIC de la UMH presentará el 8 de noviembre los resultados de este estudio en un webinar, donde se debatirá sobre la responsabilidad de la sociedad ante el reto de las redes sociales. La asistencia es libre, previa inscripción en este enlace.