VA | EN

La fotónica integrada ayudará a reducir hasta un 90% los accidentes de tráfico

Los vehículos de conducción autónoma están a la vuelta de la esquina. El hecho de que cada vez esté más cerca el momento en el que veamos por las calles coches pilotados sin conductor también conllevará una notable reducción de los accidentes de tráfico. Uno de los motivos que han acelerado el desarrollo de esta innovación disruptiva para el sector de la automoción ha sido el gran impulso de la fotónica integrada, una disciplina algo desconocida para el gran público pese a ser una de las cadenas de valor con más futuro.

La quinta edición de la Photonic Integration Week, el principal evento nacional sobre fotónica integrada y que ha patrocinado VLC Photonics, Secpho y iPronics, debatió en la Universitat Politècnica de València (UPV) sobre los principales desafíos de este sector, que busca consolidarse en España y en Europa para ganar cuota de mercado frente al amplio dominio asiático (ronda el 80%) y parcialmente estadounidense.

Instituciones públicas, centros de investigación, inversores, fabricantes… todos los actores de la cadena de valor analizaron el presente y futuro de esta industria que, principalmente, se centra en el desarrollo de microchips ópticos ya presentes en las pulseras de actividad que monitorizan nuestro ritmo cardiaco o evalúan la calidad de nuestro sueño, en servidores de almacenamiento de datos o, en un futuro no muy lejano, en los vehículos de conducción autónoma.

En este sentido, Ana Rodríguez, de la empresa española Beamagine que desarrolla tecnología LIDAR para este tipo de vehículos, afirmó que “los vehículos de conducción autónoma cada vez están más cerca pero todavía falta un poco para que sean una realidad”. Rodríguez puso como ejemplo que en San Francisco (EEUU) ya operan algunos taxis nocturnos pilotados sin conductor. “La conducción autónoma aportará grandes beneficios a la sociedad, como la mayor seguridad en la carretera reduciendo el 90% de los siniestros, menores atascos y por tanto menos emisiones y residuos en la atmósfera, garantizar la movilidad para todos, nuevos modelos de uso y propiedad de los vehículos, nuevas maneras de viajar invirtiendo este tiempo en dormir, trabajar, ocio…”, detalló la ingeniera óptica de Beamagine.

Otra de las principales utilidades de estos microchips ópticos se encuentra en el sector de la salud, siendo clave para el diagnóstico en atención primaria. Laura Lechuga, investigadora líder del grupo de Nanobiosensores y Aplicaciones Bioanalíticas del Instituto Catalán de Nanociencia y Nanotecnología en Barcelona, aseguró que “gracias a las nuevas tecnologías que incluyen circuitos fotónicos se pueden detectar algunos tipos de cánceres, tuberculosis y muchos tipos de infecciones”.

El apoyo de las instituciones, clave

La necesidad de recibir un fuerte estímulo de los Fondos Europeos para la consolidación y despegue del sector fue uno de los principales temas abordados en la Photonic Integration Week. Jordi Llinares, Subdirector General de Digitalización de la Industria y Entornos Colaborativos del Ministerio de Industria, Comercio y Turismo, analizó el papel de España en el marco de la Chips Act, la directiva europea que quiere posicionar a Europa como potencia en la producción de semiconductores para poner fin a la dependencia que tienen los países de la Unión Europea de otros territorios como Asia y Estados Unidos. “Uno de nuestros objetivos en los que estamos trabajando es que nosotros, como Estado, podamos tomar decisiones ante situaciones de crisis como, por ejemplo, el desabastecimiento de semiconductores que está existiendo desde hace unos meses”, señaló. “En este sentido, el reparto y ejecución de los Fondos Europeos supone todo un reto para nosotros y necesitamos empresas altamente tecnológicas que puedan canalizarlos para llevarlos adelante”, aseguró Llinares.

El director general de Coordinación de la Acción del Gobierno de la Generalitat Valenciana, Juan Ángel Poyatos, destacó la importancia que tienen las comunidades autónomas para, precisamente, canalizar los Fondos Europeos en sectores y actividades que sirvan para, por un lado, paliar los efectos negativos de la Covid-19 en la economía y, por otro lado, transformar la economía del país dirigiéndola a sectores y actividades estratégicas de cara al futuro, como es la fotónica integrada: “No sé si se volverá a repetir un momento financiero como este, con una inyección de 140.000 millones de inversión en ámbitos entre los que destacan la transición verde o la digitalización”, citó Poyatos, quien añadió que el periodo que comprende los años 2022 y 2023 va a ser clave para “conseguir las transformaciones que persigue el plan de recuperación europeo”.

Por su parte, David Lázaro, Area Director de Indra, expuso los progresos de esta multinacional española, que lidera el desarrollo de un nuevo avión de combate europeo que contará con láseres de alta potencia y bajo ruido, radiofrecuencias, láseres pulsados, comunicaciones indetectables que no se puedan interceptar… en definitiva, algunos ejemplos de cómo la fotónica integrada es también muy importante para los avances en defensa, un ámbito que ha ganado peso en la actualidad por la invasión rusa sobre Ucrania y las consecuencias que puede tener sobre el orden mundial.

Más información.

Fuente: UPV