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La Biblioteca Histórica de la UV muestra las heridas y cicatrices de sus libros y documentos a través de la exposición «Malheridos»

La Universitat de València (UV) presenta la exposición Malheridos. La huella del tiempo en las bibliotecas REBIUN, un proyecto organizado por el Vicerrectorado de Investigación y la Biblioteca Histórica que invita a adentrarnos en el universo del libro y a conocer los diversos factores que amenazan su pervivencia y conservación. El recorrido por este aspecto poco conocido del patrimonio bibliográfico y documental permite observar documentos que, por lo general, no se suelen incluir en las exposiciones debido precisamente a los daños que presentan.

Entre el 19 de mayo y el 4 de septiembre, la sala Duque de Calabria del Centre Cultural La Nau albergará una selección de los fondos custodiados en la Biblioteca Histórica que muestran su condición de obras «malheridas».

La exposición se ha presentado en la sala Duque de Calabria de la Biblioteca Histórica, en la que ha intervenido el vicerrector de investigación, Carlos Hermenegildo Caudevilla, la directora de la Biblioteca Histórica, María Jesús García Mateu y las comisarias de la exposición, Susana González Martínez y Mónica Pintado Antúnez, restauradoras del Servicio de Bibliotecas y Documentación de la Universitat de València.

La muestra se celebra en el marco de las III Jornadas de Gestión del Patrimonio Bibliográfico organizadas por el Grupo de Trabajo de Patrimonio Bibliográfico de REBIUN (Red de Bibliotecas Universitarias Españolas) y la Universitat de València que, en esta ocasión y durante los días 26 y 27 de mayo, tienen su sede en el Jardín Botànico.

A través de una selección de más de cincuenta documentos, entre los que se cuentan siete manuscritos y cinco incunables, exponen las principales causas capaces de alterar su integridad, como es el caso de la acción inmisericorde de la censura; la devastación producida por las catástrofes; los efectos derivados de la degradación de los materiales que los conforman (papel, tintas, encuadernaciones); el efecto de los agentes biológicos, capaces de producir su destrucción; o el factor que más afecta al patrimonio bibliográfico y documental, de manera consciente o simplemente por ignorancia o negligencia, como es el factor humano.

La muestra se divide en seis secciones: “Censura”; “Desastres”; “Causas intrínsecas de deterioro”; “Biodeterioro”; “Factor humano” y “Restauración y conservación preventiva”. Las cinco primeras recogen las principales causas de deterioro de las colecciones bibliográficas y documentales de la Universitat de València, mientras que la última trata sobre aspectos generales relativos a las pautas básicas que se deben considerar para la custodia y preservación del patrimonio documental y bibliográfico. En torno a estos ejes, se muestran obras comprendidas entre los siglos XIV al XX, manuscritos, incunables y libros raros y curiosos que muestran sus heridas.

La primera sección “Censura” evidencia la acción protagonizada por la Inquisición o por la mano de antiguos poseedores. Entre las obras expuestas destacan el manuscrito conocido como el Cançoner de Maians que transcribe las obras de Joan Roís de Corella y que sufrió un proceso de autocensura por el que se canceló el texto donde empezaba la obra La suplicació de natura humana, mediante una gran mancha de tinta que impide su lectura; o el incunable de la obra de Dante Alighieri, la Divina commedia impreso en Venecia en 1491, víctima de la acción inquisitorial que ocultó parte del texto pegando sobre él trozos de papel que dañan visiblemente el documento.

La segunda sección, “Desastres”, se centra en la riada que asoló la ciudad de Valencia en 1957. Sus efectos pueden verse en un ejemplar de la obra de Luis Vives Tratado del socorro de los pobres, impresa en Valencia, en 1781, en el que aún permanece la capa del lodo del desastre. Se exponen también documentos conservados en el Arxiu Històric de la Universitat, como fotografías e informes del restaurador Benito Angulo Luengo y del arquitecto Javier Goerlich, testigos directos de los daños producidos en la biblioteca y en el edificio de la universidad por la catástrofe.

La sección “Causas intrínsecas” ofrece una visión sobre cómo la diferente calidad de los materiales y el modo de fabricación de papel y las tintas ha influido en su conservación. Junto a las obras seleccionadas se muestra un volumen de la Encyclopédie de Diderot y d’Alembert, con un grabado sobre el secado al oreo de las hojas de papel durante su elaboración.

En la cuarta sección, “Biodeterioro”, se aprecia el serio problema que constituyen los agentes biológicos para los fondos de los archivos y bibliotecas que fueron durante años el hogar de insectos y roedores. Sus efectos quedan reflejados con una selección de obras que presentan orificios, galerías y graves pérdidas de su materialidad.

En la quinta sección, bajo el epígrafe “Factor humano”, se añaden a este elenco los libros mutilados por la avaricia humana y dañados a causa de antiguas intervenciones de reparación que, con el tiempo, han resultado desafortunadas. En este apartado se expone una auténtica joya bibliográfica del siglo xiv, Roman de la rose, un ejemplar de la colección de códices del Duque de Calabria que, en el siglo XIX, sufrió la despiadada mutilación de dos de sus magníficas miniaturas.

La muestra culmina con la sección “restauración y conservación preventiva” donde se destaca el trabajo de restauración que hoy en día permite recuperar los ejemplares dañados, como el caso del Diari del Compromís de Casp, datado en 1412 y que fue sometido a un proceso de reintegración mecánica en seco. Del mismo modo, se subraya la importancia del trabajo diario en el control de las condiciones de conservación como aspectos clave para preservar las colecciones patrimoniales.

Malheridos ofrece la oportunidad de contemplar una visión diferente a la que es habitual en una exposición bibliográfica, con una cuidada selección de obras que forman parte del patrimonio bibliográfico universitario y que están marcadas por las cicatrices de su devenir histórico. La Biblioteca Histórica es responsable de su custodia y cuidado, procurando su conservación y preservación para hacer posible que su conocimiento e inestimable valor histórico lleguen a las generaciones futuras como un legado que forma parte de nuestra identidad y de nuestra historia. El cuidado de los libros es un acto de responsabilidad y solidaridad, un ejercicio de enriquecimiento de la cultura y de respeto a la sociedad.

Fuente: UV