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La Arqueología de campo en L’Alcúdia d’Elx

Alumnos del III Curso Práctico de Arqueología excavando en la natatio (julio 2015).A pesar de los recortes que en los últimos años han afectado a la mayoría de proyectos científicos, en L’Alcúdia d’Elx no ha cesado la actividad gracias al empeño de la Fundación, de los profesores de Arqueología de la Universidad de Alicante (UA), en el nuevo marco que supone además la reciente creación del Instituto Universitario de Investigación en Arqueología y Patrimonio Histórico (INAPH), y a la apasionada colaboración de alumnos y egresados de esta Universidad.

El trabajo de campo, uno de los pilares del método científico en Arqueología, es fundamental en este yacimiento que tiene gran parte de su registro inmueble por descubrir, o redescubrir. Desde las primeras excavaciones de las que se tiene constancia, a mediados del siglo XVIII, hasta la creación de la Fundación Universitaria en 1996, el yacimiento fue objeto de numerosas excavaciones que ponían al descubierto los edificios de la ciudad romana para, pasado un tiempo, volverlos a enterrar.

El yacimiento, según comentan Feliciana Sala, profesora de arqueología, miembro del Consejo Científico de la Alcudia y del INAPH y Sonia Gutiérrez, directora del Instituto Universitario de Investigación en Arqueología y Patrimonio Histórico de la UA (INAPH), no dejó de ser explotado como finca agrícola hasta su incorporación a la Universidad de Alicante. Durante décadas, el visitante sólo podía contemplar aquellos hitos del urbanismo de la colonia romana Ilici que Alejandro Ramos Folqués, artífice de L’Alcúdia tal y como la conocemos hoy, consideró oportuno dejar al descubierto tras las campañas arqueológicas entre los años 40 a 70 del siglo XX y, en algunos casos, como las domus, restituir y musealizar, algo pionero para la época.

Así pues, excavar hoy en L’Alcúdia d’Elx, aplicando con rigor la metodología de campo, no es algo que se pueda valorar en metros cúbicos extraídos por día ya que, a la delicada tarea de documentar la secuencia de la vida urbana en Ilici, se suma la de detectar y registrar aquellas excavaciones antiguas, algunas del propio expolio de la piedra de las construcciones romanas, que desde el siglo XV han ido alterando el yacimiento. Son lo que en términos técnicos se denomina procesos post-deposicionales, historia del yacimiento al fin y al cabo. Por todo ello, en los últimos años el trabajo de campo en L’Alcúdia d’Elx se viene desarrollando bajo dos prismas complementarios: el docente y el investigador.

En el campo de la docencia, desde 1999 se excava en la natatio de las termas occidentales. Dicha instalación termal se colmató a lo largo del tiempo por distintos vertidos de basuras y escombros de los habitantes de la ciudad. Los vertidos se fueron depositando en sucesivas capas fácilmente distinguibles por su color, textura, estructura y componentes, lo que hace de esta excavación una inmejorable clase práctica para los estudiantes de Arqueología. De ahí que en los últimos tres años la excavación de la natatio forme parte del programa docente del Curso Práctico de Arqueología, incluido en los Cursos de Verano Rafael Altamira que el Vicerrectorado de Cultura, Deportes y Política Lingüística de la Universidad de Alicante oferta cada año.

No obstante, el trabajo de campo en la natatio se prolonga en una fase de gabinete propiamente de investigación. Las termas occidentales fueron excavadas parcialmente por Pedro Ibarra en 1890, fecha en la que descubrió varias salas con hipocaustum y su praefurnium o caldera. Como resultado de estos trabajos, Ibarra elaboró la primera planimetría general de L’Alcúdia en 1898 y volvió a tapar las ruinas del edificio termal para su conservación. Las prospecciones geofísicas realizadas en 2006, en colaboración con el Instituto Andaluz de Geofísica, mostraron unas anomalías compatibles con estructuras a más de un metro de profundidad. Una vez finalizados los trabajos en la natatio, el objetivo debería ser exhumar la excavación de Pedro Ibarra y recuperar el edificio termal aplicando los criterios actuales de restauración y puesta en valor del patrimonio arqueológico.

En el campo de la investigación, la Fundación participa en el proyecto de I+D Las huellas de las guerras civiles romanas en el sudeste de Hispania. Conflictos y transformación cultural HAR2012-32754, que se desarrolla desde 2010 en el Área de Arqueología de la Universidad de Alicante con financiación del Ministerio de Economía y Competitividad. El proyecto se suma a otros de diferentes equipos españoles y europeos en el campo de la Arqueología militar antigua, un tema de estudio novedoso que ha experimentado gran impulso en la primera década del siglo XXI. Desde la época ibérica, L’Alcúdia se fue consolidando como enclave por su estratégica situación en el camino que enlazaba el puerto de Cartagena con la vía Heraclea o camino de Aníbal, la posterior vía Augusta. La vía fue muy transitada por las legiones romanas desde la conquista de la capital bárquida en el 209 a.C. hasta la paz augustea, en los diferentes episodios de la conquista de Hispania, y no es casual que Augusto fundara la colonia Ilici en este punto concreto del trazado con sus veteranos de las guerras cántabras.

La participación de L’Alcúdia en el proyecto se centra en conocer el papel jugado por el enclave en este contexto histórico de conquista y transformación de la cultura ibérica. Para ello, es imprescindible redescubrir y volver a interpretar las estructuras de época romana republicana excavadas en los sectores 4C y 10D entre los años 1955 y 1970 que, en gran parte, permanecen hoy enterradas. El procedimiento es bien sencillo y altamente productivo en resultados: “excavar” en los archivos de Alejandro Ramos Folqués, “exhumar” sus notas, croquis, planos y fotografías y “sacar a la luz” los edificios republicanos con la ayuda de los modernos métodos de documentación gráfica y representación virtual. Ahora bien, la ciencia histórica obliga a comprobar y verificar los datos de mediados del siglo pasado y por ello, en 2015, el trabajo de campo en L’Alcúdia d’Elx en su faceta investigadora está consistiendo en “reexcavar” las antiguas excavaciones con todo el rigor de la metodología arqueológica.

Fuente: UA