El convenio entre la Generalitat Valenciana y la Universitat Jaume I de Castelló (UJI), autorizado por el Pleno del Consejo, ha permitido financiar los gastos del programa anual de actuaciones arqueológicas de la universidad pública de Castelló durante el año 2018. Las actuaciones se han centrado en la excavación de la villa romana de Sant Gregori en Borriana y los trabajos de topografía y fotogrametría y escaneado 3D del paisaje rural de época romana y iberoromana en los términos municipales de Borriol, la Pobla Tornesa, Cabanes y Vilafamés.
La octava campaña realizada en el yacimiento de Sant Gregori en Borriana se ha continuado con los trabajos en el balneum hasta completar la planta de las diferentes estructuras. Sant Gregori es un interesante asentamiento que se sitúa junto al mar por razones económicas más que por factores de índole residencial. Además, es el último yacimiento costero excavado que se localiza al sur del río Millars, tradicionalmente interpretado como límite norte del territorium saguntí, por lo cual sin duda se trata de un emplazamiento de cierta relevancia. La villa de Sant Gregori es ilustrativa de un modelo de villa marítima durante el Alto Imperio romano. La escasez de yacimientos de estas características en otras áreas del territorium saguntinum demuestra la necesidad de continuar con la investigación a través de la excavación arqueológica de este enclave.
El otro proyecto de investigación que ha recibido la financiación de la Generalitat Valenciana ha consistido al aplicar metodologías digitales, es decir trabajos de topografía y fotogrametría, escaneado 3D, etc., en el estudio del paisaje rural de época romana y iberoromana en los términos municipales de Borriol, la Pobla Tornesa, Cabanes y Vilafamés. El trazado de la Vía Augusta ha sido el eje vertebrador a partir del cual se han llevado a cabo las diferentes actuaciones. En el ámbito general, el proyecto ha tenido una serie de objetivos que se pueden sintetizar en la catalogación del patrimonio arqueológico relacionado con los asentamientos iberoromans y romanos de estos términos municipales; el estudio y clasificación de la topografía y los complejos arquitectónicos; la recopilación de la bibliografía que existe sobre los yacimientos y, finalmente, el estudio de los materiales depositados en los museos que han podido ser relevantes para el proyecto. En líneas generales, este año 2018 se ha pretendido desarrollar una herramienta útil para organizar, analizar y almacenar los datos procedentes de los yacimientos arqueológicos, con el objeto de facilitar futuras intervenciones de puesta en valor.
Fuente: UJI