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Investigaciones arqueológicas de la Universidad de Alicante en Baelo Claudia

Emplazada en el actual término municipal de Tarifa (Cádiz) y frente a las costas marroquíes, la ciudad hispanorromana de Baelo Claudia es una de las mejor conservadas de España. Declarada Monumento Histórico Nacional en 1925 fue fundada a finales del siglo II a. C. según apuntan los datos arqueológicos. Baelo es, desde 2009, objeto de estudio en el marco de un proyecto de investigación por parte de un equipo de la Universidad de Alicante. El proyecto, que se ocupa de la excavación arqueológica de la necrópolis oriental, está dirigido por el profesor del área de Arqueología Fernando Prados Martínez y cuenta con la colaboración de diversos investigadores procedentes de la universidad alicantina y de otros centros como el propio conjunto arqueológico, perteneciente a la Consejería de Educación y Cultura de la Junta de Andalucía y de otras universidades como las de Cádiz y Autónoma de Madrid o la norteamericana de Stanford.
Las intervenciones arqueológicas efectuadas en el yacimiento desde principios del siglo XX han puesto al descubierto el que probablemente sea el conjunto urbano de época altoimperial mejor conservado de la península Ibérica, paradigma del urbanismo romano aunque con matices, ya que la ciudad presenta numerosos elementos que la vinculan con el mundo púnico-mauritano africano, visibles sobre todo en ciertos rasgos arquitectónicos y estructurales del foro y de la zona templaria. Igualmente, la necrópolis presenta rasgos inequívocos de tradición púnica en sus fases iniciales, al menos hasta las últimas décadas del siglo I de la era. Baelo Claudia supone la culminación de un complejo proceso urbanístico iniciado en el siglo VIII a.C. según demuestran recientes investigaciones. Con un núcleo originario en el oppidum de la Silla del Papa, probablemente la Bailo prerromana de las célebres monedas bilingües, Baelo fue el resultado de la evolución del sustrato mestizo autóctono y de su interrelación con la llegada sucesiva de elementos poblacionales alóctonos, tanto africanos, inicialmente, como romanos después, siempre vinculados con el desarrollo de las actividades económicas, fundamentalmente pesquero-conserveras y con una espléndida posición geoestratégica a las puertas del océano, en un área de alto contenido simbólico y de carácter liminal, a caballo entre dos mares y dos continentes.
El equipo de la Universidad de Alicante lidera, en definitiva, un proyecto general de investigación que recientemente la Junta de Andalucía ha tenido a bien autorizar para desarrollar en los próximos seis años (2012-2017) con el fin de estudiar la necrópolis de cara a profundizar en su conocimiento y con la intención de integrarla, a medio plazo, dentro de un nuevo circuito de visitas, una vez debidamente musealizada. Esta ampliación del patrimonio de la ciudad vendría a completar una visita que arranca en el magnífico museo inaugurado en 2007 y que recorre un enclave que ya es visitado por cerca de 200.000 personas al año. A pesar de la dificultad para obtener los medios económicos necesarios en estos tiempos, el proyecto se desarrolla gracias a la colaboración de diversas instituciones andaluzas y estatales mediante diversos programas de I+D+i echándose en falta una mayor implicación de las valencianas -al menos hasta el momento-, a pesar de la visibilidad que un trabajo de estas características y en un lugar como Baelo Claudia podría tener, así como suponer para ampliar y mejorar el aprendizaje de nuestros jóvenes investigadores.
En la actual campaña de 2012, desarrollada entre los meses de agosto y septiembre, las excavaciones de la Universidad de Alicante se han centrado en el estudio del área central de la necrópolis y han puesto al descubierto diversos monumentos funerarios, algunos de cierta monumentalidad y otras estructuras menores que, no por menos vistosas, dejan de ser más interesantes, al permitir documentar las fases más antiguas. Entre los hallazgos destacan diversas estelas funerarias, tumbas de cremación señaladas por cipos y otras más simples recogidas en contenedores cerámicos. La elección de la zona de estudio ha permitido, además, excavar sepulcros intactos, con sus ajuares íntegros, y efectuar una lectura estratigráfica completa, al haber atravesado mediante una trinchera de 15 m de longitud, parte del espacio cementerial en sentido norte-sur.
En la campaña vienen participando estudiantes y licenciados de las Universidades de Alicante, Cádiz, Stanford y Zaragoza que han podido tomar contacto, «sobre el terreno», con uno de los enclaves arqueológicos más conocidos que se encuentra en el centro de un interesante debate sobre el proceso de «romanización» de Hispania y que demuestra la importancia y la rentabilidad social que conlleva la inversión en el estudio y en la valorización del patrimonio histórico.
Fuente: UA