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Investigación sobre el malestar emocional del personal de la UCI, premio Ciutat de Castelló

El estudio sobre las consecuencias psicológicas que tiene para el personal sanitario trabajar en una Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) desarrollado por los investigadores de la Universitat Jaume I, Rafael Ballester y Sandra Gómez ha recibido el 29º Premio de Ciencias Experimentales y Tecnología dentro de la Convocatoria de Premis Ciutat de Castelló (2012), otorgado en el acto celebrado el lunes 23 de abril en el Teatro Principal.
El estudio refleja que entre un 14,6% y un 20% de los profesionales sanitarios que trabajan en la UCI presentan síntomas de ansiedad y entre un 4% y un 7% depresión y destaca la necesidad de desarrollar estrategias de intervención para prevenir o disminuir los síntomas asociados a un trabajo en contacto diario con el sufrimiento y la muerte y en el que las demandas son numerosas y de gran urgencia. Esta intervención debería incluir, entre otros, aspectos como la psicoeducación, generar posibilidades de descarga emocional, fortalecer los vínculos interpersonales entre los miembros del grupo y el entrenamiento en técnicas psicológicas que les ayude a afrontar el impacto emocional que les genera su actividad diaria.
Para el desarrollo del estudio “Estado emocional de los profesionales sanitarios en las Unidades de Cuidados Intensivos (UCI’s): factores moduladores” se ha evaluado a 117 profesionales sanitarios de la Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital General de Castellón, analizando aspectos como la ansiedad y la depresión, los factores que más estrés les producen, la fatiga compasiva o el burnout. Los trabajadores han destacado como los elementos que mayor estrés les generan la sobrecarga de trabajo o la falta de recursos humanos para cubrir las necesidades. Además, señalan otros factores relacionados con características especiales del trabajo en una UCI, tales como la necesidad de tomar decisiones de manera rápida, las consecuencias que se pueden derivar de estas decisiones, la presión temporal, la falta de descansos reglados o la desvalorización de la profesión.
La investigación realizada desde el Departamento de Psicología Básica, Clínica y Psicobiología revela que alrededor de un 12% del personal de la UCI está en riesgo de padecer fatiga por compasión, es decir, dificultades para experimentar sus propios sentimientos, desesperanza, impotencia y rabia en respuesta al estrés que padecen por ver a sus pacientes pasando por situaciones médicas graves. Por otra parte, un 3% presentan riesgo de padecer burnout o síndrome de estar quemado, una sensación de agotamiento, decepción y perdida de interés por la actividad laboral, que surge especialmente en quienes se dedican a profesiones de servicios, como consecuencia del contacto diario con su trabajo.
Respecto a la satisfacción que les aporta el hecho de ayudar a otras personas, los sanitarios de la UCI se encontrarían en un nivel medio, siendo las mujeres las más satisfechas y el personal médico el menos satisfecho y el que más riesgo de fatiga por compasión presenta en comparación con el personal de enfermería.
Fuente: UJI