Un estudio del Área de Cáncer y Salud Pública de la Fundación Fisabio, organismo dependiente de la Conselleria de Sanidad Universal y Salud Pública, ha mostrado que el sedentarismo de las mujeres está influido por roles sociales de género. Entre ellos, cabe destacar que el cuidado de menores actúa como factor protector contra el mismo.
El estudio tiene en cuenta variables relacionadas con la posición social y con los roles de género como la edad, el nivel educativo, la ocupación, el país de origen, el tamaño del hogar familiar, el hecho de vivir sola o no, la responsabilidad del cuidado de menores, la diversidad funcional, el índice de masa corporal (IMC) y el hábito de fumar.
Ana Molina, coordinadora del Área de Cáncer y Salud Pública de Fisabio, explica que “estudiar los factores que influyen en el sedentarismo es de gran importancia puesto que hay evidencia de que este se asocia a una mayor mortalidad por cualquier causa y a un mayor riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares y cáncer. Además, introducir la perspectiva de género y equidad en este tipo de investigaciones contribuye a generar evidencia sobre las posibles desigualdades existentes y orientar la toma de decisiones para reducirlas”.
En total han participado en el estudio 121.988 mujeres de entre 45 y 70 años participantes en el Programa de Prevención del Cáncer de Mama de la Comunitat Valenciana, entre los meses de noviembre de 2018 y octubre de 2019. Los datos del estudio se han extraído del sistema de información de este programa, que recoge datos sobre sus estilos de vida -entre ellos, el sedentarismo- mediante cuestionarios validados y que las mujeres responden cuando acuden a realizarse la mamografía de cribado.
Con las respuestas de las mujeres participantes en el estudio, se observó que el 74,4% del total eran consideradas sedentarias, atendiendo al número de horas que pasan sentadas al día (más de tres horas diarias), independientemente de la actividad física que realizan. Variables como la edad avanzada, un nivel educativo alto, ocupaciones no manuales, vivir sola, tener diversidad funcional y un elevado IMC aumentan la probabilidad de ser sedentaria. Por otro lado, formar parte de una familia mediana o numerosa (formada por tres o más personas), así como las responsabilidades asociadas al cuidado de menores disminuye el riesgo de sedentarismo.
“Este estudio muestra que existen desigualdades sociales y de género en los factores que influyen en el sedentarismo, siendo importante llevar a cabo programas de promoción de la salud para disminuir el sedentarismo, dirigidas a toda la población, pero con mayor énfasis en los colectivos con mayor riesgo como son las mujeres que tienen trabajos de oficina o que viven solas”, afirma Marina Pinto, investigadora del Área de Cáncer y Salud Pública de Fisabio.
El estudio, publicado en la revista European Journal of Sport Science, forma parte de la tesis doctoral sobre el impacto del sedentarismo en el riesgo de tener cáncer de mama de Pinto, que ha sido galardonada recientemente con el Premio a la Mejor Comunicación en la categoría de Investigación Clínica y Salud Púbica en la VI Trobada d’investigadors i investigadores en càncer Ciutat d’Alcoi.
La investigación cuenta con el apoyo y la financiación de la Conselleria de Innovación, Universidades, Ciencia y Sociedad Digital y del Fondo Social Europeo (FSE), a través de las subvenciones para la contratación de personal investigador predoctoral (ACIF/2019/085).
Fuente: Fisabio