«Por dar un azote no pasa nada» es solo ejemplo comúnmente aceptado por la sociedad a la hora de corregir o controlar conductas de hijos e hijas, pero, ¿dónde está el límite? Este es uno de los puntos de estudio del proyecto europeo HandsUp impulsado para erradicar el uso del castigo físico como herramienta de educación infantil en el que participa la Universidad de Alicante (UA).
“Actualmente existen muchas lagunas legales y judiciales sobre los castigos corporales contra los menores. De hecho, en Europa hay países que ya los han prohibido explícitamente, pero en otros existe gran tolerancia a este tipo de prácticas educativas”, apunta la experta del Departamento de Comunicación Psicología Social de la UA, Ana Rosser. En este sentido, uno de los objetivos del proyecto HandsUp es mejorar la aplicación efectiva de la ley sobre castigos mediante una evaluación de las normativas vigentes en distintos países europeos.
Según datos recogidos por el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) en 2007, los españoles pensaban en un 56.9% que un bofetón podría ser necesario alguna vez. Es por ello que, además de un completo proceso de investigación de leyes y sentencias, este proyecto presenta distintas acciones de sensibilización y formación sobre prácticas de disciplina positivas dirigidas tanto a padres y tutores, como a profesionales de la infancia, jueces, fiscales y fuerzas policiales.
“Durante los dos años de duración del proyecto, de octubre de 2016 a octubre 2018, también se pondrá en marcha la aplicación HandsUp para que padres y madres puedan obtener información y herramientas educativas para cada etapa del desarrollo del niño o niña”, detalla la profesora de la UA.
Por otro lado, entre otras acciones para promover la erradicación del castigo corporal infantil, se llevarán a cabo distintas campañas publicitarias con mensajes en diferentes productos del día a día como por ejemplo paquetes de azúcar, bolígrafos, paquetes de pan, etc.
El proyecto HandsUp, financiado por la Comisión Europea, está impulsado desde Portugal con la participación de instituciones de países como España, Alemania, Bulgaria y Grecia. El grupo de trabajo español, liderado por la Universidad de Alicante, está formado por Ana Rosser como coordinadora; Carmen López y Victoria Tur, del Departamento de Comunicación y Psicología Social; Diana Jareño de Sociología I; y Concepción Torres, profesora de Derecho Constitucional, en colaboración con el Síndic de Greuges y la Conselleria de Igualdad y Políticas Inclusivas de la Generalitat Valenciana.
Fuente: UA