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El investigador del CSIC, Enrique de Jesús García Hernán, estudia la relación entre Vives y Moro

Vives y MoroEnrique de Jesús García Hernán, investigador del Instituto de Historia del Centro de Ciencias Humanas y Sociales del CSIC, desvela en su nuevo libro, Vives y Moro. La amistad en tiempos difíciles, la “frecuente” presencia de valencianos en el Londres del siglo XVI. La obra, en la que García Hernán analiza la estrecha relación entre ambos humanistas, será presentada el jueves 10 de noviembre, a las 19 horas, en el campus de San Juan y San Vicente de la Universidad Católica de Valencia (ubicado en la calle Jorge Juan, 18).

“La separación entre la isla británica y los Países Bajos, territorio español en la época, era nula. Había una relación muy fluida y existía una comunicación de lobbies comerciales y culturales entre ambas naciones. Del mismo modo, era común encontrar a ingleses en los Países Bajos, incluso en España”, asevera el historiador del CSIC.

En ese contexto político se conocieron Vives (1493-1540) y Moro (1478-1535). Según expone García Hernán, la relación comenzó en la Universidad de Oxford, en la que el pensador valenciano fue el primer catedrático del Corpus Christi: “Vives residió en las dos casas que tuvo Tomás Moro, junto a su familia. En la segunda, en la que Moro se construyó una biblioteca, una capilla y un pequeño zoo, Vives estuvo varios meses. Cuando se casó, Moro le hizo un regalo de bodas y lo felicitó por la elección de ‘tan bella esposa’”.

Aunque no se ha conservado ninguna carta, el investigador del Instituto de Historia asegura que “existen pruebas de que hubo una correspondencia epistolar continua”. Como humanistas que veían también “revelación divina” en los clásicos griegos y romanos, Vives y Moro utilizaron el griego en las cartas que se enviaron mutuamente.

Según apunta García Hernán, los dos “buscaban activamente la unidad de Europa en torno a una misma cultura”. Según Vives y Moro, la cultura “hace posible superar las fronteras porque es lo que más une a las personas”. Ambos apostaban por la cultura cristiana porque consideraban que en la persona de Jesucristo se reunía “todo lo verdaderamente humano”.

Moro y Vives “se asustarían” ante el Brexit

En opinión del investigador del CSIC, si hoy vivieran Vives y Moro, “se asustarían” ante el Brexit: “Nada más lejos de lo que ellos potenciaron, la presencia de Inglaterra en el continente (el valenciano opinaba que la separación de Inglaterra era como “arrancarle un ojo a Europa”, de hecho).

Para García Hernán la unidad europea no se puede construir “solo en torno a lo económico y lo comercia”. Debe existir una unidad cultural, construida en torno a lo que hace “más dignas y humanas” a las personas.

“Esa visión de unidad a través de la cultura es lo que falla hoy entre los políticos. La inversión en cultura e investigación es paupérrima. Vives y Moro creían que lo fundamental para cualquier país era tener buenas universidades y buenas bibliotecas, que hubiese una educación pública desde la infancia”, lamenta.

El humanismo cristiano pone en el centro a la persona humana, y el acento de los populismos, en general y los nacionalismos exacerbados, en particular, está en la libertad, no de la persona, sino de la patria, territorio. Como si lo que configurara la personalidad fuera el lugar donde uno ha nacido sino el hecho de que corre sangre por sus venas, de que es un ser humano. Estamos unidos por eso y por la realidad de que estamos de paso y que tras una generación llega la siguiente. Ese pensamiento histórico a largo plazo ayuda a relativizar y a poner el acento en lo importante.

El acto de presentación del libro forma parte de las actividades del Seminario Fe y Política, que organiza la Cátedra Fides et Ratio de la UCV.

Fuente: UCV