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El grupo de investigación GRESMES restaura con materiales avanzados una de las dos chimeneas de Agost

Chimenea AgostDel ensayo en laboratorio a la aplicación a escala real de tecnología avanzada para la restauración en una chimenea industrial de mampostería. Esta es la intervención que comenzaba hace unos días en una de las dos únicas chimeneas industriales de fábrica de ladrillo, símbolo de su patrimonio arqueológico industrial, que aún conserva la localidad de Agost (Alicante). Gracias al convenio firmado entre el Grupo de ensayo, simulación y modelización de estructuras (GRESMES) de la Universidad de Alicante (UA), dirigido por el catedrático de universidad del Departamento de Ingeniería Civil de la Escuela Politécnica Superior, Salvador Ivorra Chorro, y Cerámica La Esperanza, la chimenea está siendo rehabilitada, reparada y reforzada. Los trabajos finalizarán, según previsiones, dentro de veinte días.

Para la intervención se ha elaborado el estudio numérico, experimental, toma de muestras y análisis en laboratorio. Realizado el cálculo, y viendo que esta de Agost es la chimenea más dañada, con la autorización de su propietaria, Cerámica La Esperanza, y el pago de la licencia de obra por la empresa, se ha procedido a su restauración. La protección a este símbolo de la industria alfarera de la zona se extiende al Ayuntamiento de Agost, que la va a declarar Bien de Relevancia Local. En la Comunidad Valenciana todas las chimeneas anteriores a 1940 están protegidas. Ésta es de Agost es de la década de los 60 del pasado siglo. La ciudad de Valencia, sin embargo, las tiene todas protegidas.

Los trabajos de restauración de esta chimenea con materiales avanzados se incluyen dentro del Proyecto de Investigación financiado por el Ministerio de Economía y Competitividad «Estudio experimental y numérico del comportamiento sísmico de estructuras esbeltas de mampostería reforzados con FRP: diseño de un procedimiento de refuerzo frente a acciones dinámicas». El Proyecto ha tenido como objetivo estudiar elementos esbeltos de mampostería frente a terremotos, fundamentalmente en chimeneas de Benejúzar, Agost, Manises y Valencia y en campanarios de las localidades de Biar, Villajoyosa y Agost.

El ingeniero explica que la chimenea presenta un elevado grado de deterioro que se resuelve con la intervención; ésta ha sido diseñada, calculada y proyectada, así como la dirección de la obra por el equipo de investigación que dirije Ivorra Chorro. “Mediante el uso de materiales avanzados estamos dotando de unas mejores características mecánicas a la chimenea, lo cual le permitirá mantener su estabilidad estructural incluso en las condiciones de sismo que actualmente indica la Normativa de construcción sismorresistente para el entorno de Alicante”, ha señalado el experto.

La rehabilitación paso por paso

Los responsables del proyecto han firmado convenio para suministro de materiales de refuerzo avanzados (fibras de carbono, etcétera) y compuestos avanzados con la multinacional MAPEI. El procedimiento de refuerzo que se está aplicando en esta chimenea es una tecnología nueva, que preserva la integridad estructural e incrementa su capacidad resistente a sismo. Para llevar a cabo estos trabajos de restauración se han dispuesto andamios en toda la altura de la chimenea y se cuenta con personal cualificado para trabajo en altura que se descuelgan, mediante cuerdas de escalada, por su interior, aplicando este refuerzo. Se trata de una malla de fibra de vidrio. Después se irán colocando bandas longitudinales de fibra de carbono, pegadas a las paredes interiores de la chimenea y, esas bandas, una vez llegan al suelo, se procederá a realizar la cimentación y anclarlas. El siguiente paso, en el exterior, va a ser rellenar las grietas con un mortero especial. A continuación, se dotará con diez anillos de tejido de fibra de vidrio a lo largo de toda la altura, que “coserá” la chimenea para que no se abra.

La casuística y problema particular radica en que el azufre del propio fuel o carbón para quemar se deposita en las paredes interiores de la chimenea. Puesto que la chimenea recibe la brisa marina, esta carga de humedad acelera el proceso de formación de ácido sulfúrico que deteriora el mortero de las juntas y ladrillos de la chimenea y favorece la corrosión de los elementos metálicos. Así, otra de las intervenciones previstas es rejuntar las juntas con un mortero especial. Por último, se dará una capa de pintura hidrofugante, que hará que el agua resbale.

Fuente: UA