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El Banco de Germoplasma del Jardín Botánico abre sus puertas

Este fin de semana (22 y 23 de noviembre), el Banco de Germoplasma del Jardín Botánico de la Universitat de València organizará unas jornadas de divulgación para dar a conocer la labor de este tipo de instalaciones científicas que almacenan material genético vegetal para su propagación. En la actualidad son una pieza clave para la preservación del patrimonio natural de cualquier territorio y pretenden ser una copia de seguridad de la diversidad natural de la flora.
El banco del Jardín Botánico está reconocido en el Decreto de Flora Valenciana Amenazada como sede central del Banco de Germoplasma de Flora Silvestre de la Comunidad Valenciana, encargado de la preservación a largo plazo de semillas y esporas de especies nativas, principalmente aquellas amenazadas de extinción. Esta institución se centra en la conservación de especies y la investigación científica en ese campo y su intensa actividad se refleja en la participación en numerosos proyectos de investigación europeos y nacionales.
La preservación de la biodiversidad requiere un gran esfuerzo que resulta invisible para el gran público. Toda medida de conservación que se toma en el terreno (la llamada conservación in situ) tiene una trastienda en instalaciones científicas como el Jardín Botánico de la Universitat de València donde se realiza la conservación ex situ. Esta otra cara supone el almacenamiento y preservación de semillas, ensayos de germinación y su incorporación a la colección de plantas vivas del jardín. El conocimiento científico de estas especies, tan sensibles en su medio, depende también de que un banco de germoplasma pueda proporcionar material de estudio sin dañar las poblaciones naturales.
Este banco de germoplasma, en marcha desde 1991, se vio impulsada en el año 2000 con su traslado al nuevo edificio de investigación del Jardín Botánico y la mejora en la infraestructura que ello supuso. Sin embargo, la tradición del intercambio de semillas, que es ahora responsabilidad del banco de germoplasma, comenzó a mediados del siglo XIX por medio del Index Seminum, que es un catálogo de semillas que se ofrece anualmente a los jardines botánicos de todo el mundo (más de 1000 instituciones de 48 países), con la intención de establecer un intercambio libre y gratuito. El Jardín Botánico de Valencia editó su primer catálogo de semillas en 1862 y hasta la fecha, la actividad se ha mantenido en las mismas condiciones, aunque ahora con mejores instalaciones y objetivos más ambiciosos. Tanto en el pasado como en la actualidad, constituye una de las principales vías de incremento de las colecciones vivas de los jardines botánicos y también es una forma de conseguir material para el desarrollo de trabajos de investigación.
Con estas jornadas, tituladas Bancs de llavors, rebosts de vida, se pretende acercar al público, mediante charlas, talleres y proyecciones, la importante labor que realizan estas instituciones y promover el conocimiento botánico de las semillas y su valor, tanto científico, como cultural. En ella participarán también instituciones de referencia como el Centro para la Investigación y Experimentación Forestal (CIEF) de la Consellería de Infraestructuras, Territorio y Medio Ambiente, el Banco de Germoplasma del COMAV (UPV) y la asociación Llavors d’Ací.
Fuente: UV