VA | EN

Desvelan las claves del éxito del entrenamiento del triatleta Fernando Alarza en la preparación de los Juegos Olímpicos de Tokyo 2020

Fernando Alarza es uno de los mejores triatletas españoles y uno de los mejor considerados a nivel mundial. Con 29 años, ha competido en las World Triathlon Series (WTS) desde 2012, en las que ha obtenido 20 podios, y cuatro victorias en carreras de la Unión Internacional de Triatlón (ITU). Terminó en la cuarta posición del ranking de las Series Mundiales de Triatlón (WTS) en 2019 y, con ello, consiguió la clasificación para los Juegos Olímpicos de Tokyo 2020, donde culminó su participación en 12ª posición individual y en 10ª en relevos mixtos. Previamente, compitió en Río 2016, donde acabó en el puesto 18º.

Roberto Cejuela y Fernando Alarza, durante su estancia en Tokio para la disputa de los juegos olímpicos.

Independientemente de estos grandes resultados a nivel internacional, el triatleta desplazó su residencia de su Talavera de la Reina natal a Alicante en el año 2018 para ser entrenado por el profesor e investigador de la Universidad de Alicante (UA) Roberto Cejuela en su proceso de preparación a la olimpiada de Tokio, periodos conocidos popularmente como “road to Tokyo” (camino a Tokyo, en inglés). Suspendidos los juegos en 2020 por la pandemia por COVID-19, fue en el verano de 2021 cuando se celebraron.

Con la finalidad de describir, por primera vez, el entrenamiento específico de un triatleta de alto nivel internacional en condiciones extremas, las que se darían en la competición en Tokio, el equipo de investigadores liderado por Cejuela ha publicado, junto a miembros de Sport Coaching and Performance Research Group (SCAPE), el artículo Road to Tokyo 2020 Olympic Games: Training Characteristics of a World Class Male Triathlete en la revista Frontiers of Physiology. Desde su publicación a finales del pasado mes de abril, el artículo ha sido visto por más de 3.500 personas, una cifra muy considerable para un artículo científico en tan poco tiempo, y han sido múltiples las consultas al respecto que ha atendido el equipo investigador, según confirma el propio Cejuela.

Llama la atención la estructura que presenta el artículo científico dado que se trata de una descripción del entrenamiento que programó y midió el equipo de Cejuela para la preparación de Alarza y que se prolongó durante las 43 semanas previas a los juegos olímpicos. A diferencia de la estructura habitual de este tipo de escritos, donde se presentan unos resultado o conclusiones, en este caso estos datos de cierre son los resultados deportivos del propio atleta. Este hecho, sin embargo, no ha afectado a la alta repercusión a nivel mundial que está alcanzando la descripción y análisis realizados del periodo de entrenamiento.

A grandes rasgos, las mediciones se realizaron con los más novedosos sistemas de medición deportiva que existen en la actualidad. Los niveles de oxígeno o de lactato en sangre, la masa muscular, las cantidades de oxígeno o de dióxido de carbono aspiradas o expiradas, la potencia de pedaleo en bicicleta o las probabilidades de desgaste muscular o de daño por contacto con el suelo en la carrera a pie son algunas de las muchas mediciones de carácter fisiológico que se reflejan en el estudio.

Además, a estas estadísticas físicas del atleta se suman las descriptivas de los métodos y cargas de entrenamiento, donde el estudio describe las series y las velocidades empleadas tanto en carrera a pie como en la piscina, las variaciones y mejorías en los tiempos, la intensidad de entrenamientos según la semana del periodo total medido, los periodos de desgaste aeróbico, medio o anaeróbico o, una de las principales aportaciones, los resultados que se consiguen tanto en los periodos de entrenamiento en altura (el equipo se desplazó varias semanas al Centro de Tecnificación de Sierra Nevada), como en la aclimatación a las condiciones esperadas para la competición en Tokio, con altas temperaturas y humedad, para lo que se entrenó en horas centrales en Alicante y se utilizaron sesiones de sauna.

En el mismo sentido, el análisis incluye las competiciones clasificatorias y otras en las que participó el triatleta antes de viajar a Tokio y cómo afectaron al entrenamiento global y a la competición final, del mismo modo que contempla los días de aclimatación una vez llegados a la capital nipona.

Al describir por primera vez el entrenamiento de un triatleta de elite, uno de los resultados llamativos del estudio se da al comparar las horas necesarias de preparación en cada una de las tres disciplinas deportivas que componen la competición. Por este motivo, el estudio apunta que un triatleta necesitaría más horas en conjunto de preparación que un atleta, un ciclista o un nadador que tan solo prepara una de las disciplinas.

El artículo, que incluye numerosos datos sobre las mediciones realizadas y tablas descriptivas y comparativas de los mismos, propone, además, una serie de reflexiones a discutir en futuras investigaciones similares y resultados que se podrían ampliar en otros entrenamientos analizados desde la investigación deportiva.

Según explica el propio Roberto Cejuela, este artículo científico “despierta gran interés por su originalidad, ya que nunca antes se había hecho un estudio que documentase la preparación de un deportista aspirante a medalla en unos juegos olímpicos. Se está consultando mucho y servirá para las futuras generaciones de deportistas y entrenadores porque pueden conocer cómo se realizó en el entrenamiento y consultar todas las mediciones fisiológicas del atleta”.

En el mismo sentido, el profesor apunta que “también nos están preguntando por la metodología de entrenamiento que seguimos en la UA. La llevamos implementando desde hace 14 años y este estudio refleja en gran medida la evolución que hemos realizado. Por supuesto, seguiremos implementándola con otros deportistas para seguir mejorando”.

Fuente: UA