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Demuestran que la violencia de género tiene una distribución geográfica común en Valencia

(De izquierda a derecha). Antonio López, Miriam Marco, Marisol Lila y Enrique Gracia.Un equipo de investigación de la Universitat de València (UV) ha publicado en la revista PLoS ONE un estudio que por primera vez demuestra con técnicas de estadística espacial muy concretas que el riesgo de violencia de pareja contra la mujer y el maltrato infantil tienen una distribución geográfica común. El trabajo, realizado en Valencia, concluye también que los vecindarios en que se da estos tipos de violencia tienen las mismas características socioeconómicas y que solo en el 10’5% de las áreas no coinciden los dos riesgos.

“Ningún estudio hasta la fecha había analizado si la concurrencia de la violencia de género y el maltrato infantil –considerados por la OMS importantes problemas de salud pública y una violación de los derechos humanos– también ocurría especialmente, es decir, si se solapan en las mismas áreas y si las características de estas áreas de las ciudades que explican el riesgo de ambos tipos de violencia son las mismas”, ha destacado Enrique Gracia, catedrático de Psicología Social de la Universitat de València y primer firmante del artículo.

Por primera vez se ha analizado la relación entre la violencia de pareja contra la mujer y el maltrato infantil en áreas muy reducidas como son los 552 sectores censales de Valencia, áreas entre 630 y 2.845 habitantes. Así, estas técnicas avanzadas de estadística espacial se han combinado con mapas de enfermedades para ilustrar la distribución del riesgo de estos dos problemas sociales en los vecindarios de la ciudad, y su grado de solapamiento.

La investigación explica que la superposición del maltrato infantil y la violencia de pareja contra la mujer ocurre no solo en el nivel individual (por ejemplo, haber sido víctima de malos tratos en la infancia y perpetrador de violencia contra la pareja como adulto) o familiar (hogares en los que tienen lugar malos tratos tanto contra los menores como contra la mujer), sino que la concurrencia también se produce en el nivel del vecindario.

El estudio realizado por Enrique Gracia, Marisol Lila y Miriam Marco, del Departamento de Psicología Social, y por Antonio López-Quílez, del Departamento de Estadística e Investigación Operativa de la Universitat de València también destaca que las áreas con menor nivel económico y educativo, con mayores índices de criminalidad, con mayor inmigración y con mayor inestabilidad residencial son aquellas en las que existe mayor riesgo de ambos tipos de violencia, y donde estos riesgos se solapan.

“Nuestros resultados sugieren que ciertas características de los vecindarios contribuyen a crear un entorno social tóxico que incrementa el riesgo de la violencia en las relaciones íntimas, independientemente de que esa violencia se ejerza contra los menores o contra la pareja”, apunta Enrique Gracia, quien, además, constata “importantes desigualdades espaciales en la distribución del riesgo de estos tipos de violencia”. Así, el artículo muestra que las áreas con alto riesgo de solapamiento de la violencia están situadas sobre todo en la franja litoral de València, y limítrofes al Ensanche hacia el sur, norte y oeste.

La demostración de esta superposición es particularmente relevante, porque señala que estos dos tipos de violencia en el ámbito familiar son problemas interconectados cuya prevención e intervención debe tener en cuenta el análisis comunitario en el diseño y planificación de medidas integradoras que reduzcan ambos tipos de violencia con una misma agenda de intervención social. “En este sentido, nuestro estudio proporciona una importante herramienta para la monitorización epidemiológica de estos dos problemas sociales, mediante la detección de variaciones en el riesgo, así como en la evaluación de la efectividad de las iniciativas para la reducción de ese riesgo”, apunta Enrique Gracia. 

Metodología

El estudio utilizó como indicador de los vecindarios 552 sectores censales –el área administrativa más pequeña disponible–, durante el año 2013. El equipo investigador de la Universitat utilizó órdenes de protección por casos de violencia de género dictadas entre los años 2011 y 2012 (1.450) proporcionadas por la Policía Local de València. También se utilizaron casos de desprotección infantil (588) ocurridos durante el mismo período, facilitados por la Sección del Menor de los servicios sociales del Ayuntamiento de València. Estas variables se combinaron utilizando técnicas avanzadas de estadística espacial y mapas de enfermedad.

Por su parte, los indicadores socioeconómicos utilizados para el análisis de cada vecindario son el estatus económico, el nivel de educación, el grado de intervención policial, la concentración de población inmigrante y la inestabilidad residencial, con datos aportados por la Oficina de Estadística del Ayuntamiento de València y la Policía Local.

Este estudio ha sido realizado con fondos del Ministerio de Economía y Competitividad, y del Instituto de la Mujer.

Referencia bibliográfica

Gracia E, López-Quílez A, Marco M, Lila M (2018): Neighborhood characteristics and violence behind closed doors: The spatial overlap of child maltreatment and intimate partner violence. PLoS ONE 13(6): e0198684.

Fuente: UV