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Actuación local contra las enfermedades de la madera de la vid

Expertos internacionales han destacado durante el 8th International Workshop on Grapevine Trunk Diseases, celebrado en la Escuela Técnica Superior de Ingeniería Agronómica y del Medio Natural (ETSIAMN) de la Universitat Politècnica de Valencia, la necesidad de actuar de forma local para combatir las enfermedades de la madera de la vid.
Junto a esta necesidad, los expertos han identificado el adelanto de la poda a los meses de noviembre a febrero y la protección de los cortes de poda con fungicidas, como métodos útiles para mitigar la incidencia de este tipo de enfermedades en las vides de la Península.
En este sentido, José Ramón Úrbez, investigador del Pacific Agri-food Research Centre de Canadá, ha explicado que “nos equivocamos si pensamos que estas enfermedades se van a poder erradicar completamente de los viñedos a nivel mundial a corto plazo. La complejidad de estas enfermedades, en las que hay implicadas al menos 50 especies diferentes de hongos en zonas vitivinícolas con condiciones climatológicas muy diferentes, hace muy difícil encontrar una solución global y 100% eficaz al problema”.
Así, ha subrayado que este tipo de enfermedades y su control “se deben tratar a nivel local y no global ya que su presencia e incidencia dependen altamente de las condiciones climatológicas y del tipo de viticultura de cada región.”
En concreto, en California, donde este tipo de enfermedades están presentes hasta en el 90% de los viñedos, los expertos han constatado que se está apostando por evaluar diferentes materias activas fungicidas que se apliquen de forma directa en las heridas de poda, ya que ésta es la principal vía de entrada de los hongos.
En España, el investigador del Instituto de Investigación y Tecnología Agroalimentaria (IRTA), Jordi Luque, destaca que “si convencemos a los agricultores para que cambien sus hábitos y poden, cuanto antes mejor, llegaremos a reducir el riesgo de las infecciones en el viñedo”.
Detección precoz
Durante el 8th International Workshop on Grapevine Trunk Diseases se ha destacado además la necesidad de mejorar las técnicas de identificación de los hongos que causan estas enfermedades. Esta es una de las últimas líneas de investigación aportadas también por el Pacific Agri-food Research Centre de Canadá, cuyos investigadores están desarrollando una herramienta molecular de diagnóstico que en 48 horas permita identificar de manera rápida todos los hongos responsables de estas enfermedades.
Asimismo, durante la reunión se ha insistido en la importancia de mejorar la sanidad del material vegetal que se produce en los viveros de vid. En este sentido, se ha recomendado, entre otras medidas, el uso de métodos de termoterapia con agua caliente para el control de los hongos que causan estas enfermedades.
Las enfermedades de la madera de la vid, entre las que se agrupan la yesca, eutipiosis, enfermedad de Petri, “pie negro” y “brazo muerto”, constituyen una de las principales causas de preocupación del sector de la producción vitícola ya que causan graves pérdidas económicas.
La característica más destacable de las enfermedades de la madera de la vid es que alteran la madera provocando necrosis o pudriciones. A diferencia de otras enfermedades de la vid que son estacionales, las enfermedades de la madera son persistentes y, en la actualidad, no existe ningún tratamiento curativo para ellas.
Hasta los años 80, las principales enfermedades fueron la yesca y eutipiosis pero durante las dos últimas décadas los investigadores han detectado las enfermedades de Petri o “pie negro” en la vid joven, y la del “brazo muerto” en vid adulta. Todas ellas contribuyen al síndrome del “decaimiento de la vid” en el que se conjugan este tipo de enfermedades con otros factores como la climatología, suelo o el manejo del cultivo, que agravan el problema.
En España se estima que, de media, hasta un 3% de las plantas de vid pueden estar afectadas por estas enfermedades, lo que supone unos costes económicos anuales de 50 millones de euros, aunque hay viñedos en los que la incidencia de la enfermedad puede llegar al 20%.
En países como Chile, la incidencia de estas enfermedades puede ir del 15 al 80% de los viñedos, según las diferentes zonas, mientras que en Canadá o California, las enfermedades de la madera de la vid afectan al 85 y 90% de los viñedos, respectivamente. En California, este tipo de enfermedades han llegado a causar pérdidas de hasta 260 millones de dólares anuales.
Fuente: UPV