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Los efectos del estrés en ratones, una herramienta para evaluar la propensión a las drogas en edades adultas

Ratones durante la investigaciónLa Unidad de Investigación de Psicobiología de las Drogodependencias de la Universitat de València (UV), en colaboración con la Universitat Pompeu Fabra de Barcelona, ha analizado el perfil de susceptibilidad neuroinflamatoria y conductual de ratones expuestos a estrés social, y cómo estos han reaccionado ante los efectos de la cocaína. El estudio presenta una novedosa técnica de clasificación en función de si los ratones son susceptibles o resilientes al estrés, denominada SWR. Además, los resultados se podrían evaluar en personas en investigaciones clínicas posteriores.

Todo el planteamiento de este estudio preclínico está pensado para que la psicología clínica –encargada de la salud mental y la conducta adaptativa de las personas– recoja los resultados e intente confirmar si le puede pasar a una persona lo mismo que le sucede al ratón. “Algunos artículos ya indican que ese paralelismo existe, pero ahora es la investigación clínica la que debe estudiar estos resultados concretos”, explica Raúl Ballestín, investigador del Departamento de Pscicobiología y primer firmante del artículo.

Para ello, el estudio, publicado en la revista Progress in Neuro-Psychopharmacology & Biological Psychiatry, tiene varias fases de investigación. Por un lado, ha dividido a los ratones experimentales en dos grupos, en función de si son resilientes o susceptibles al estrés, a través de una novedosa técnica en este ámbito: el SWR (ratio de retirada social). En estudios anteriores, en este tipo de análisis se grababan en vídeo los comportamientos de los animales para que posteriormente los evaluara el investigador o investigadora.

“Nosotros hemos utilizado el vídeo para poder comparar los grupos, pero además hemos utilizado el SWR, que consiste en poner en una caja a un ratón y, al lado, hay un compartimento que puede estar vacío o puede haber otro ratón macho parecido a uno que previamente le había agredido, para ver si son resilientes o no a ese estrés”, explica el autor. Este método lo hace el ordenador y, por tanto, es más preciso, para evitar así el sesgo del investigador o investigadora. Como lo define Ballestín, “es un método de doble check”.

El autor explica que, cuando el ratón intenta defender su espacio y ponen a otro ratón para que lo venza psicológicamente, observan si es susceptible al estrés porque se arrinconará acongojado. “Al final es lo que le pasa a un niño que sufre bullying, por ejemplo, y cuando llega a su casa se sigue sintiendo acorralado”, compara el investigador.

Por otro lado, el artículo se ha centrado en las consecuencias de estas experiencias en la edad adulta. Para ello, han observado qué cambios hay en el sistema inmune del cerebro del animal y ver si dentro de un tiempo tiene una propensión a caer en el consumo de adicciones como la cocaína. En este sentido, han concluido que los ratones susceptibles al estrés mostraron un aumento de los efectos gratificantes de la cocaína. El investigador apunta que podrían haber analizado los efectos de otra droga, “no necesariamente la cocaína, porque al final lo interesante es estudiar la adicción”.

Es más, según el autor, “normalmente la gente que ha sufrido estrés en la edad adolescente, además de tener los efectos peyorativos per se, también tienen una mayor propensión al consumo de drogas”.

Los dos paradigmas del estudio

Para estudiar los efectos de la cocaína en ratones, puesto que se trata de ciencia básica con animales y no pueden comunicarse de la misma manera que las personas, los autores y autoras han utilizado dos paradigmas. Por un lado, se les ha hecho una pequeña cirugía a los ratones para observar si, después de un pequeño entrenamiento, el ratón está suficientemente motivado y le dará a una palanca para recibir una dosis de cocaína. Así han comprobado si hay diferencias entre los resilientes y susceptibles a la hora de consumir.

Por otro lado, se ha utilizado el condicionamiento de preferencia de lugar, que consiste en poner dos cajas de diferente color, inyectarle 1,5 mg de cocaína y poner al ratón en una caja concreta. Si al ratón lo dejas suelto y vuelve a esa caja, es porque asocia el efecto placentero de la cocaína a la caja, de la misma manera que podrían hacer los humanos.

Referencia bibliográfica

Ballestín, R.; Alegre-Zurano, L.; Ferrer-Pérez, C.; Cantacorps, L.; Miñarro, J.; Valverde, O.; Rodríguez-Arias, M. Neuroinflammatory and behavioral susceptibility profile of mice exposed to social stress towards cocaine effects. Prog. Neuropsychopharmacol. Biol. Psychiatry 2021, 105, 110123.

Fuente: UV