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La UJI se convierte en embajadora regional del proyecto «Vigilantes del aire» de la Fundación Ibercivis

La Universitat Jaume I de Castelló (UJI) ha repartido un centenar de plantas de fresa entre el alumnado del Grado en Ingeniería Agroalimentaria para su participación en el proyecto de la Fundación Ibercivis «Vigilantes del aire», una iniciativa de ciencia ciudadana que monitorizará la contaminación atmosférica durante tres meses, en concreto la presencia de metales pesados.

El acto ha contado con la participación de la rectora, Eva Alcón, el responsable del Proyecto de Cultura Científica y Ciencia Ciudadana del Vicerrectorado de Investigación y Transferencia, Lluís Martínez, y la vicedirectora de la Escuela Superior de Tecnología y Ciencias Experimentales y responsable del Grado en Ingeniería Agroalimentaria, Gemma Camañes. La universidad pública de Castelló es uno de los diecisiete embajadores regionales que colaboran en el reparto de plantas con el fin de elaborar un mapa de la calidad del aire en España.

La rectora ha explicado que «la UJI se ha sumado a esta iniciativa de la Fundación Ibercivis a través del Proyecto de Cultura Científica y Ciencia Ciudadana y dentro de nuestro compromiso institucional para combatir el cambio climático y sensibilizar a la ciudadanía sobre sus efectos». En este sentido, Alcón ha agradecido la participación del estudiantado del Grado en Ingeniería Agroalimentaria y del Medio rural, así como la implicación del profesorado. «Con Vigilantes del Aire el estudiantado se convierte en parte de la comunidad de científicos y científicas ciudadanas que hacen posible una investigación que no podría desarrollarse igual sin ellas y ellos», ha subrayado la rectora de la UJI.

Además del alumnado universitario del grado y del Máster de Profesor/a de Educación Secundaria Obligatoria y Bachillerato, Formación Profesional y Enseñanza de Idiomas, participan en el proyecto coordinado por la UJI como embajadores regionales otros centros educativos como los CEIP Blasco Ibáñez, L’Illa y Benadressa, el IES Bovalar, la Escuela de Arte y Superior de Diseño de Castelló, el Centro de Jardinería de Cáritas del Barrio de San Lorenzo de Castelló de la Plana y el programa «Barrios inclusivos» de la concejalía de Servicios Sociales del Ayuntamiento de Almassora.

Ciencia Ciudadana

«Vigilantes del Aire» es un proyecto que replica en España el proyecto Airbezen de la Universidad de Amberes, fruto de la colaboración entre el profesor Samson Roeland y la Fundación Ibercivis y con el apoyo del Instituto Pirenaico de Ecología (CSIC); y la Fundación Española para la Ciencia y la Tecnología (FECYT)-Ministerio de Ciencia e Innovación.

La iniciativa plantea una alternativa más abierta y humana, recogiendo el apoyo en procesos tradicionales como regar una planta, podarla, o enviar una carta por correo postal para implicar la ciudadanía en el estudio de la calidad del aire de su calle o localidad y así conseguir datos de gran valor científico que servirán para elaborar un gran mapa nacional.

Esto permite poner en el centro del proyecto a la ciudadanía, acercando el método científico a colectivos habitualmente alejados de la ciencia académica, lo que permite aprender de la mano de especialistas y mejorar sus habilidades científico-técnicas. Después de la experiencia de Amberes (2014), Zaragoza (2017) y la primera edición de «Vigilantes del Aire» en el ámbito nacional (2019-2020), se lanza esta segunda edición con más plantas, más colectivos implicados y con la intención de llegar a más zonas de interés de estudio.

Diecisiete puntos de toda España se ha convertido en embajadores regionales del proyecto, elegidos después de una convocatoria abierta que ha atendido a criterios científicos y logísticos y en la que participó el Proyecto de Cultura Científica y Ciencia Ciudadana de la Universitat Jaume I de Castelló, dirigido por el profesor Lluís Martínez. Cada uno de estos embajadores se convierte en un punto de entrega de macetas durante el mes de octubre.

10 Semanas de participación

Junto a la maceta, cada participante recibirá instrucciones para su colocación y cuidados, así como el enlace al formulario de registro, que se podrá rellenar en el mismo momento de recogida de la planta y que servirá para tener acceso a todas las novedades, consejos y noticias que el proyecto genere durante las 10 semanas de cuidados.

La fecha de recogida y envío de muestras tendrá lugar durante la semana del 16 al 23 de diciembre, y se realizará introduciendo en el sobre facilitado por la organización un pequeño manojo de hojas de la planta, junto al formulario final -online o en papel- en el cual se tiene que explicar cómo ha sido la planta durante las semanas de cura.

Contaminación ambiental

Para controlar los parámetros de la contaminación del aire habitualmente se utilizan equipos profesionales que recogen datos con mucha precisión y son analizados por especialistas (dispositivos electrónicos y sensores automáticos, o incluso apps en smartphones). El proyecto «Vigilantes del aire» permite hacerlo entre todos, desde el hogar, puestos de trabajo, colegios o colectivos vecinales. El objetivo es conocer más sobre la calidad del aire en España a través del estudio de la contaminación derivada de los metales en suspensión.

Las plantas de fresa son, gracias a su contacto directo con el aire, estaciones de monitorización de la contaminación ambiental. A lo largo del tiempo se acumulan en sus hojas estas partículas en suspensión de metales y aplicando técnicas biomagnéticas se puede identificar de qué compuestos se tratan. Haciendo un estudio agregado se analizará la concentración de contaminantes en el aire de España y se constatará con evidencias si la concentración de contaminantes se correlaciona con el volumen de tráfico y otros agentes como trenes o tranvías.

Fuente: UJI