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La mejora de la capacidad de innovación, clave para mantener el tejido económico en la Comunitat Valenciana tras la pandemia

Investigadores de la Cátedra de Transformación del Modelo Económico de la Universitat Jaume I de Castelló (UJI) han publicado un estudio sobre los efectos de la COVID-19 en la relocalización industrial en la economía valenciana. El trabajo, elaborado por el catedrático Xavier Molina -director de la Cátedra- y los profesores Luis Martínez Cháfer y David Valiente, analiza la situación actual y los cambios que se prevén en el ámbito empresarial, entre los que la relocalización de empresas e industrias «parece uno de los más evidentes y, también, controvertidos».

El estudio recomienda «establecer prioridades y tomar decisiones a largo plazo» para acomodar las empresas a la nueva situación y establece como factor clave el mantenimiento y la mejora de la capacidad de innovación «para retener las actividades nucleares en el distrito (relocalización selectiva) y evitar la dolorosa relocalización (relocalización replicativa)». Según los autores del informe, «esperar un retorno a la situación anterior no parece ni posible, ni seguramente recomendable», porque la rotura de las cadenas de suministro y la percepción de dependencia de los inputs no sólo sanitarios, provenientes de otras países, particularmente de China, «han avivado el debate sobre la localización industrial».

En este punto, el trabajo recomienda identificar los procesos productivos que incluye la economía valenciana, analizar su estructura social y económica, hacer análisis individualizados para la adopción de la relocalización selectiva y reforzar el modelo de clúster industrial, así como las medidas transversales para la adaptación del modelo productivo. En este último punto, se sugiere acelerar el uso de nuevas tecnologías, fomentar y apoyar la innovación, desarrollar estrategias de sostenibilidad (medioambiental, económica y social) y fomentar la cooperación entre empresas e instituciones.

Entre otras conclusiones, el documento elaborado por la Cátedra pronostica «una tendencia hacia la relocalización inversa de las actividades y, por tanto, hacia un retroceso del proceso de globalización» y destaca que «el espacio y la proximidad son factores que contribuyen al conocimiento tácito y la capacidad para el aprendizaje que genera la innovación».

Entre las tendencias apuntadas por el estudio, se señala un replanteamiento de las cadenas de suministro y «del modelo de localización industrial vigente desde hace un par de décadas en nuestro territorio». En este sentido, recuerda que las decisiones sobre relocalización se basan en cinco parámetros: ventaja en costes, existencia o relevancia de barreras a la internacionalización, costes de transacción, nuevas tecnologías y características del contexto territorial (clúster, cultura del territorio…) que pueden inhibir la relocalización.

Impulsada por la Universitat Jaume I y la Conselleria de Hacienda y Modelo Económico de la Generalitat Valenciana, la Cátedra tiene como objetivo el fomento del conocimiento y difusión de temáticas relacionadas con la transformación del actual modelo económico de la Comunitat Valenciana hacia uno más competitivo, basado en la innovación, el conocimiento, la apertura al exterior y sostenible desde un punto de vista medioambiental, productivo y social.

Estudio completo.

Fuente: UJI