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Una investigación aborda los aspectos bioéticos de la biología sintética

La biotecnóloga Lucía Gómez Tatay, miembro del Observatorio de Bioética de la Universidad Católica de Valencia (UCV), ha realizado una investigación para su tesis doctoral que analiza las cuestiones bioéticas planteadas por el desarrollo de la biología sintética y que ha dado lugar a varias publicaciones en las revistas de alto impacto científico Bioethics, Science and Engineering Ethics y Critical Reviews on Environmental Science and Technology.

La biología sintética es una ciencia interdisciplinar de aparición reciente, que combina aspectos de la biología con enfoques provenientes del campo de la ingeniería, con el objetivo de obtener organismos con nuevos genomas, construir vida a partir de materiales inanimados o ampliar el código genético, entre otros objetivos.

En el trabajo realizado por Gómez Tatay se abordan las cuestiones éticas planteadas por la biología sintética desde el personalismo, aplicando los principios bioéticos desarrollados por Elio Sgreccia en el ámbito de la biotecnología, autor considerado el máximo representante del personalismo ontológico aplicado a la bioética.

“El personalismo pone en el centro a la persona, y entiende como tal a cualquier ser humano, reconoce una misma dignidad en todos los seres humanos y que, dándole a estos el mayor estatus moral, reconoce también un valor moral en el resto de organismos y atribuye al ser humano el papel de custodio del medio ambiente”, expone la autora de la investigación.

Así, Gómez Tatay ha revisado, entre otros aspectos, el estatus moral de los organismos sintéticos: “Al ser organismos en cierta forma, artificiales, en el debate bioético se discute si no serían más bien máquinas, por lo que podríamos hacer lo que quisiéramos con ellos. Mi conclusión es que no. Independientemente de los propósitos humanos involucrados en su formación, siguen siendo organismos y poseen un valor moral que hace que tengamos que tratarlos con cierto respeto”.

Bioseguridad: protección del ser humano y del medio ambiente

El problema más importante que se ha detectado en esta ciencia hace referencia a la bioseguridad, expone la investigadora de la UCV, porque afectan “tanto al medio ambiente como al ser humano”. En su trabajo, Gómez Tatay hace propuestas para dirigir el avance de una tecnología que puede dar muchos beneficios en medicina, agricultura, bioremediación, de forma que “se preserve la seguridad del ser humano y del resto de organismos, sin que ello suponga un freno para su desarrollo”.

“Otra cuestión importante relacionada con la biología sintética es la justicia. Se ha visto que puede darse una distribución poco equitativa de los beneficios de esta tecnología o cargar todos los riesgos a los países en vías de desarrollo. Desde el personalismo y, de nuevo, sin frenar el avance de este campo, deben establecerse los medios legislativos para que el desarrollo sea justo”, aduce la experta del Observatorio de Bioética.

De igual modo, Gómez Tatay ha tratado en su tesis los derechos de propiedad intelectual: “Se trata de organismos vivos, pero a la vez, se han desarrollado industrialmente, por lo que hay que discutir cómo se aplican las patentes, de manera que se favorezca la obtención de beneficios para toda la sociedad y no solo para las empresas”.

“Por otro lado, es muy importante remarcar que la biología sintética no crea vida, como algunos argumentan; porque no se crea, en ningún caso, desde la nada. Aunque se consiguiera un organismo totalmente artificial, siempre es necesario partir de materiales y modelos preexistentes”, asevera.

El tribunal de la defensa de la tesis doctoral -dirigida por José Miguel Hernández Andreu, profesor de la Facultad de Medicina y Odontología- estuvo formado por los catedráticos Nicolás Jouvé (Universidad de Alcalá de Henares), Luis Miguel Pastor (Universidad de Murcia) y Vicente Bellver (Universitat de València).

Los tres miembros del tribunal coincidieron en destacar la contribución de esta tesis “al desarrollo de la bioética personalista en la que la defensa de la vida humana es el valor fundamental”. Se valoró también el esfuerzo de realizar el estudio “con un enfoque multidisciplinar”.