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Valeria Canto Soler y Stephen Tsang presentan en la UCV sus avances en busca de posibles terapias contra la ceguera

Después de haber generado retinas en miniatura a partir de células iPS (células madre provenientes de tejido adulto), la investigadora argentina Valeria Canto-Soler comenzó a vislumbrar la posibilidad de trasplantarlas al ojo de pacientes para que recuperen la visión, cuando se ha deteriorado la zona central de la retina: la mácula. Esta zona es fundamental para la percepción visual de detalles finos y del movimiento, así como del color. Con frecuencia degenera a partir de los 55 años y produce una discapacidad importante, dado que las personas que la sufren no pueden realizar actividades habituales, como leer y conducir.

Valeria Canto Soler ha presentado estos novedosos datos en la apertura del I Symposium on retinal degeneration, congreso internacional organizado por la Facultad de Medicina y Ciencias de la Salud de la Universidad Católica de Valencia (UCV) en colaboración con la Conselleria d’Innovació, Universitats, Ciència i Societat Digital.

El encuentro, totalmente online, ha reunido a científicos de todo el mundo para debatir los últimos avances dirigidos a curar enfermedades de la retina, como la retinosis pigmentaria, la degeneración macular, el glaucoma o la retinopatía diabética.

Uno de los aspectos más importantes en los que ha incidido Canto Soler es que esas retinas creadas en el laboratorio se generan desde células del propio paciente, lo que lleva a pensar que el trasplante no generará rechazo. Se recogen células adultas de la piel o de una muestra de sangre, o incluso de un cabello y, por un proceso genético de reprogramación celular, se hace retroceder en el tiempo a esas células hasta lograr la pluripotencialidad, para que más tarde se diferencien hasta convertirse en células de la retina.

La prestigiosa investigadora de la Universidad de Colorado creó, junto con otros científicos de prestigio, un programa que bautizó con el nombre de CellSight, desde donde coordina distintas líneas de investigación centradas en detener el progreso de enfermedades como la degeneración macular asociada a la edad y la retinosis pigmentaria. Esta última patología puede afectar a jóvenes de 15 años en adelante, y se produce por la muerte de fotorreceptores que están en la periferia de la retina. Hoy en día no hay modo de tratarla y la enfermedad puede avanzar hasta afectar la visión central.

El congreso ha sido inaugurado por el vicerrector de Investigación, Francisco Arteaga. En la apertura han participado el decano de la Facultad, Carlos Barrios, y el director del simposio, Javier Sancho. Ambos han subrayado la importancia de organizar reuniones científicas a pesar de no poder hacerlo personalmente en estos tiempos convulsos que estamos viviendo.

El cierre ha estado a cargo de Stephen Tsang, de la Universidad de Columbia (EE.UU) el cual ha revelado las posibilidades de tratar enfermedades de la retina por medio de edición genética, usando la técnica CRISPR-Cas, cuyas inventoras fueron galardonadas con el premio Nobel hace apenas unas semanas.

Los más de 150 inscritos al congreso han podido disfrutar, de manera totalmente gratuita, de diecisiete conferencias de algunos de los científicos más relevantes del sector, así como de oftalmólogos, y miembros de la industria farmacéutica. Entre los ponentes han destacado Christine Curcio, de la Universidad de Alabama; Stefann Kusterman, de la farmacéutica Roche; Nicolás Cuenca, de la Universidad de Alicante; Roberto Gallego Pinazo, de Oftalvist; y el propio director del congreso, Javier Sancho, miembro del grupo de investigación en neurobiología y neurofisiología de la UCV, liderado por el Dr. Barcia Asimismo, se ha dado cabida a científicos más jóvenes que pudieron intervenir en las dos sesiones de pósteres celebradas.

Fuente: UCV