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Un estudio prioriza las tareas de limpieza en colectores de alcantarillado, reduciendo el riesgo asociado a obstrucciones

Un estudio realizado en el marco de la Cátedra Aguas de Valencia ha generado una herramienta para la optimización de los recursos y la gestión del saneamiento urbano, priorizando las tareas de limpieza en colectores de alcantarillado y contribuyendo a la reducción del riesgo asociado a obstrucciones y fallos sanitarios.

Este es el principal resultado obtenido por Beatriz Yambay en su TFM, Desarrollo de una metodología de priorización de limpieza de colectores basada en el análisis de riesgos, dirigido por Ignacio Andrés, profesor e investigador del IIAMA, y los técnicos de Global Omnium, Javier Ortega y Alberto Escrivà.

La investigación parte de la premisa de que el mantenimiento preventivo de las redes de alcantarillado, en particular, la limpieza de las tuberías es esencial para reducir riesgos como obstrucciones que pueden causar inundaciones, malos olores y el deterioro de estaciones de bombeo y otros elementos del sistema.

“La metodología desarrollada no solo mejora la gestión de estos activos, sino que también establece un modelo basado en análisis de riesgos que permite priorizar las labores de limpieza en función de la vulnerabilidad y el estado de las tuberías”, afirma la estudiante becada por la Cátedra Aguas de Valencia.

Un modelo basado en decisiones estratégicas

La metodología desarrollada se apoya en un árbol de decisiones, robusto y versátil, que analiza exhaustivamente los riesgos asociados a cada tramo de la red de saneamiento. Este modelo ha sido validado en la red de alcantarillado del municipio de Sagunto (Valencia), donde ha demostrado su eficacia al categorizar las tuberías según su prioridad de limpieza.

«Teniendo en cuenta las características de las redes de drenaje y saneamiento y el impacto potencial de un fallo en el sistema, podemos identificar con precisión las prioridades de mantenimiento, lo que nos permite optimizar los recursos y garantizar el correcto funcionamiento del sistema», detalla Yambay.

Impacto en la gestión de redes de saneamiento

Uno de los grandes avances de esta metodología es que, al identificar las necesidades de limpieza específicas de cada tubería, permite tomar decisiones informadas sobre la frecuencia de las labores de mantenimiento, con el objetivo de maximizar el rendimiento de las tareas de limpieza.

En última instancia, el estudio contribuye a mejorar el transporte adecuado de aguas hacia los sistemas de desagüe y depuración, reduciendo el riesgo de fallos críticos en el sistema de saneamiento urbano.

«El estudio no solo optimiza las operaciones actuales, sino que también sienta las bases para una gestión más eficiente y sostenible de las redes de alcantarillado en el futuro», concluye Yambay.

Fuente: Cátedra Aguas de Valencia