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Terapia prometedora para tratar la distrofia miotónica tipo 1

El catedrático de la Universitat de València (UV), Rubén Artero, lidera una investigación que ha identificado una terapia prometedora para tratar la distrofia miotónica tipo 1 (DM1), basada en antimiRs. El estudio lo realiza el Grupo de Genómica Traslacional Humana del Instituto de Investigación Sanitaria de INCLIVA-Universitat de València (Biotecmed). La distrofia miotónica es un trastorno genético complejo causado por un número anormalmente alto de repeticiones CTG (un tipo de secuencia específica de ADN) en el gen DMPK.

Los resultados de la investigación se han publicado en Science Advances, la prestigiosa revista multidisciplinar de acceso abierto de la Asociación Estadounidense para el Avance de la Ciencia (AAAS).

El estudio, realizado en ocho líneas celulares musculares directamente derivadas de biopsias de pacientes con DM1, demostró que el bloqueo de los pequeños RNAs reguladores, denominados microRNAs, mediante moléculas perfectamente complementarias conocidas como antimiR, aumentan la expresión de la proteína esencial MBNL1, que suele estar reprimida en DM1, causando disfunciones musculares.

Los antimiRs son moléculas que bloquean la acción de los microRNAs, que son pequeñas moléculas que regulan cómo se producen las proteínas en las células. Normalmente, los microRNAs se unen a los RNA mensajeros (RNAm), que son las instrucciones que las células usan para crear proteínas. Al unirse, los microARNs pueden impedir que se produzca una proteína o reducir su cantidad.

La DM1 se origina por una disminución en la proteína MBNL1, lo que contribuye a un amplio espectro de síntomas clínicos asociados con la enfermedad. El presente estudio mostró que las células no tratadas de pacientes con DM1 presentaron niveles elevados de miR-23b y miR-218, microARNs que reprimen MBNL1.

En un desarrollo alentador, los tratamientos con antimiRs no solo aumentaron los niveles de MBNL1 sino que también mejoraron significativamente las funciones que normalmente realiza esta proteína y mejoraron la función de las células musculares. Sorprendentemente, la terapia también redujo la cantidad de moléculas con las expansiones responsables de la enfermedad, evitando la formación de acúmulos de expansiones y proteína MBNL1, conocidos como ‘foci ribonucleares’. El ‘mejor’ antimiR logró revertir el 68% de los genes desregulados, lo que ofrece esperanza de beneficios terapéuticos más amplios en pacientes con DM1, independientemente de las variaciones genéticas intrínsecas entre las líneas celulares utilizadas.

“Este estudio ha mostrado el gran potencial de los antimiRs para tratar diferentes formas de distrofia miotónica tipo 1, liberando la proteína MBNL1 y mejorando su producción”, según el catedrático de la Universitat de València, Rubén Artero, autor de correspondencia del estudio, quien añade: “Si los estudios clínicos son positivos, los antimiRs pueden convertirse en una estrategia terapéutica viable para la DM1, ofreciendo esperanza a los pacientes afectados por esta debilitante enfermedad”.

Este avance subraya la importancia de continuar investigando terapias de RNA dirigidas para tratar trastornos genéticos como la DM1, que hasta ahora no han contado con opciones de tratamiento efectivas.

Sobre la Distrofia Miotónica tipo 1

La DM1 es una enfermedad genética rara actualmente sin tratamiento efectivo, que afecta aproximadamente a 1/8.000 personas en la población. La enfermedad, característicamente afecta a múltiples sistemas y órganos, es progresiva y puede aparecer en cualquier momento de la vida. Además, se manifiesta antes y es más grave cuando se transmite a la descendencia.

La DM1 incide principalmente en los músculos de las extremidades, provocando debilidad y atrofia, lo que compromete la movilidad, además de afectar las funciones cognitivas y provocar arritmias cardiacas, entre otros muchos síntomas.

Fuente: UV