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Restauran un carro de desinfección sanitaria de hace un siglo, único en España

Personal investigador del Instituto Universitario de Restauración del Patrimonio (IRP) de la Universitat Politècnica de València, en colaboración con la Cátedra UNESCO Fórum Universidad y Patrimonio, han restaurado un carro de desinfección sanitaria de 1922, ubicado en el Museo Histórico Militar de Valencia, que pertenece al Ministerio de Defensa.

Se trata de una pieza única en España, ya que no existen otros carros completos de estas dimensiones en ningún otro museo. La intervención ha sido ejecutada por un equipo multidisciplinar del IRP, los investigadores José Vicente Grafiá y Montse Lastras y las restauradoras Beatriz Doménech y Priscila Lehmann, todos ellos dirigidos por la catedrática Victoria Vivancos, responsable a su vez de la Cátedra UNESCO Forum Universidad y Patrimonio. 

Estufa locomóvil para la desinfección de ropa

El carro, atribuido al fabricante de apósitos antisépticos y mobiliario quirúrgico Pedro Homet, es una estufa locomóvil de uso sanitario que se utilizaba para la desinfección de ropa y que consta de diferentes elementos montados sobre un carro de tracción animal.

Según la investigadora Beatriz Doménech, las estufas de desinfección se pueden considerar las antecesoras de los actuales esterilizadores y, en parte, de las lavadoras domésticas, así como las precursoras de las estrategias de desinfección ante emergencias sanitarias.

“Se utilizaron, entre finales del siglo XIX y principios del XX, principalmente en hospitales de campaña para la desinfección de telas y ropajes, como sábanas de hospital, uniformes médicos y militares… con el fin de evitar la propagación de enfermedades como la gripe española, el cólera o la tuberculosis. Igualmente, se usaban también como puntos desinfectantes móviles en ciudades para higienizar los ropajes domésticos que, con la complementación de la desinfección de espacios públicos, tenían como finalidad contener las plagas de parásitos y las pandemias”, ha explicado Doménech.

“La operación se llevaba a término en la cámara de desinfección de la estufa mediante la aplicación, en forma de gas, de una solución obtenida de la mezcla de agua y formol calentada a 110ºC aproximadamente. La mezcla del vapor de los gases con la alta temperatura, aseguraba la eliminación de los microbios fijados en los ropajes y telas”.

La investigadora puntualiza que se utilizaron en gran parte de Europa: “En España, en concreto, se conoce la compra a Francia de estas estufas sanitarias para destinarlas a los hospitales militares, a través de un decreto real firmado por la reina regente María Cristina. Así, estas maquinarias eran generalmente empleadas por el Ejército, puesto que principalmente se utilizaban en guerras para evitar que crecieran las enfermedades, ya que gran parte de los muertos en las guerras eran por enfermedad y no por heridas”.

Una intervención respetuosa con el original

El sistema de desinfección, compuesto por caldera de vapor vertical alimentada en su parte inferior por carbón, depósito de agua, estufa o cámara de desinfección, tuberías, grifos, manómetros, bomba de mano y termómetro, así como pescante con depósito de carbón, es una de las piezas más originales e interesantes de la colección del museo, según indican desde el IRP.

La restauración se ha enfocado en el estudio e intervención de toda la estructura, tanto elementos de madera como metálicos, siguiendo los criterios internacionalmente establecidos para cualquier intervención de restauración de un dispositivo de estas características: respeto por el original y compatibilidad de los materiales empleados con la pieza original. 

Proteger el patrimonio para las futuras generaciones

Desde el equipo de restauración destacan el papel esencial de la protección del patrimonio, tanto material como inmaterial, para el fomento de la cultura en la sociedad: “Una de las bases esenciales para fortalecer cualquier sociedad abierta y plural pasa ineludiblemente por el cuidado, difusión y conservación de su patrimonio cultural, preservando su memoria histórica y trasladándola a las futuras generaciones, para que puedan aprender de la misma y enriquecerse con sus lecciones”.

Vicente León-Zafra, coronel director del Museo Histórico Militar de Valencia, está muy satisfecho con el resultado del trabajo: “Para nosotros la restauración de esta pieza era esencial porque es la joya de la corona; es probablemente la pieza más bonita y la más histórica y para nosotros tiene un valor incalculable. Queríamos que se restaurara definitivamente y que quedara en condiciones para otro siglo más por lo menos y así ha sido».

La UPV y el Museo Histórico Militar de Valencia tienen una larga trayectoria de colaboración para la restauración de piezas que piensan seguir desarrollando. Este Museo Histórico Militar, de visita gratuita, es el segundo más importante de España, después del de Toledo. Según su director es un desconocido para la población valenciana, ya que la gran mayoría de sus visitantes son internacionales o de otras partes de España.

Fuente: UPV