La app desarrollada por el Laboratorio de Psicología y Tecnología (Labpsitec) de la Universitat Jaume I de Castelló (UJI) para el control del dolor crónico se probará en nueve hospitales de Cataluña después de los buenos resultados alcanzados en la mejora de los tratamientos con pacientes en el Hospital Universitario Vall d’Hebron de Barcelona. La aplicación informática desarrollada por el grupo Labspitec de la UJI, en colaboración con la Universitat de Barcelona y el CIBERobn del Instituto de Salud Carlos III, sirve para evaluar y monitorizar la influencia del dolor en la vida de los pacientes con dolor crónico y la eficacia de su tratamiento, distinguiéndose por estar validada científicamente, según recogen los resultados del estudio publicado recientemente en la prestigiosa revista Clinical Journal of Pain.
El contenido de la app se ha elaborado siguiendo las recomendaciones de la Iniciativa sobre Métodos, Medidas y Evaluación de Dolor en Ensayos Clínicos (IMMPACT) y facilita el seguimiento del paciente durante 30 días, mediante dos registros diarios con preguntas breves sobre el estado de ánimo, la intensidad y el tipo de dolor, su localización, la medicación que se ha tomado y sus efectos adversos o las consecuencias en la vida diaria, el sueño, el trabajo o la actividad física. Azucena García Palacios, investigadora del grupo Labpsitec, destaca la importancia de validar el rigor científico de la app, mediante un estudio que acredita la correcta adaptación de los cuestionarios tradicionales de seguimiento del dolor a una app. «Se ha trabajado con un equipo de especialistas para reducir y adaptar el número de preguntas, de forma que los pacientes tengan únicamente que realizar dos evaluaciones de tres minutos al día, una por la mañana y otra por la tarde, para realizar un adecuado seguimiento sin que se pierda el rigor científico, tal como queda acreditado en el artículo publicado», explica.
La app permite monitorizar al paciente durante el tiempo que transcurre entre consultas de forma que los facultativos puedan hacer un seguimiento y conocer si el tratamiento funciona o si hay que realizar algún ajuste o intervención. En este sentido, García Palacios destaca los buenos resultados alcanzados con pacientes de la Unidad del Dolor del Hospital Universitario Vall d’Hebron. «Entre visitas médicas a este tipo de pacientes pueden pasar varios meses y en este tiempo los médicos no saben cómo están funcionando los tratamientos y cómo evoluciona el paciente. La monitorización con la app hace que le llegue una alarma al médico cuando hay algún parámetro fuera de lo normal, como que el paciente tome durante tres días seguidos medicación de rescate, es decir, medicación más allá del tratamiento normal. Eso es un indicativo de que el tratamiento por sí solo no es suficiente, lo que permite al médico reajustarlo sin necesidad incluso de una visita, simplemente a través de una llamada y ajustando el tratamiento en la receta electrónica que el paciente puede recoger en su centro ambulatorio», explica la investigadora de la UJI. El estudio realizado ha probado la mejora en el tratamiento del grupo de pacientes que han utilizado la app respecto a los que no utilizaron este sistema de monitorización. «Hemos visto que las alarmas no han sido excesivas y se disparan principalmente en los primeros días de tratamiento, lo que permite reajustarlos, optimizarlos y controlarlos», resalta.
Con el fin de ampliar los resultados a un estudio multicéntrico, la app se probará ahora en otros nueve hospitales de Cataluña a través de la colaboración establecida con la Sociedad Catalana del Dolor. Se trata de confirmar sobre una población más amplia cómo el uso de esta aplicación informática ayuda a detectar con mayor rapidez los casos en que la medicación contra el dolor no es efectiva y evitar los efectos secundarios de un tratamiento que no es eficaz. Las principales ventajas de la aplicación son que permite obtener un perfil individual de la vivencia del dolor; recoge información diariamente y en el mismo momento en que se experimenta el episodio de dolor, y su uso en dispositivos móviles es sencillo. En este sentido, la investigadora explica que en el desarrollo han trabajado, además de especialistas en el ámbito de la salud y la psicología, técnicos expertos en usabilidad, con el fin de que la experiencia sea agradable. «Hemos conseguido datos de adherencia de un 76%, que es un porcentaje muy alto que demuestra que los pacientes han contestado la mayoría de las preguntas de forma constante». Los usuarios han de contestar a un bloque de preguntas por la mañana y otro por la tarde, empleando únicamente tres minutos en cada uno. «Algunas preguntas se repiten y otras varían, recogiendo información relevante de cómo experimenta el dolor cada persona y la influencia de las condiciones ambientales y sociales en esta experiencia».
El software «Monitor de Dolor» registrado y validado está listo para su instalación y uso en dispositivos Android. La app abierta y gratuita es útil para su aplicación en sectores como la industria farmacéutica y desarrollo de medicamentos más eficaces contra el dolor; hospitales y centros dedicados a la atención de pacientes con dolores crónicos, y ensayos clínicos y de investigación en psicología clínica.
Referencia bibliográfica
Suso-Ribera C., Castilla D., Zaragozá I., Ribera-Canudas MV., Botella C., García-Palacios A. (2018). Validity, Reliability, Feasibility, and Usefulness of Pain Monitor, a Multidimensional Smartphone App for Daily Monitoring of Adults with Heterogeneous Chronic Pain. Clinical Journal of Pain. 2018 Apr 13. doi: 10.1097/AJP.0000000000000618.
Fuente: UJI