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Pronostican una disminución futura de los recursos hídricos en la Cuenca del Júcar

“Los resultados obtenidos en la investigación pronostican una disminución futura de los recursos hídricos en la Cuenca del Júcar, aunque no se puede determinar con exactitud su intensidad debido al alto grado de incertidumbre asociado a las proyecciones climáticas”. Esta es la principal conclusión del artículo Análisis de incertidumbre de las proyecciones climáticas en relación a las aportaciones históricas en la Cuenca del Júcar, realizado por los investigadores del grupo de Ingeniería de Recursos Hídricos del IIAMA-UPV, Sara Suárez, Abel Solera, Joaquín Andreu y Liliana García y que ha sido publicado en la revista científica Ingeniería del Agua.

La investigación parte de la realidad de que los estudios sobre los impactos del cambio climático han ido cobrando fuerza en las últimas décadas, siendo incluidos como aspecto fundamental en la Instrucción de Planificación Hidrológica (IPH). Esta norma establece que los Planes Hidrológicos de Cuenca (PHC) se deben revisar cada 6 años e incorporar el posible efecto del cambio climático sobre los recursos hídricos de cada demarcación hidrográfica.

Por ello, el principal objetivo de este trabajo es poner de manifiesto “la incertidumbre asociada al manejo de las proyecciones climáticas, mediante la evaluación del impacto en los caudales futuros en la Cuenca del Júcar”, señala la investigadora del IIAMA-UPV y coautora del estudio, Sara Suárez.

Metodología desarrollada

El estudio desarrolla una metodología, a través de la inclusión de datos de proyecciones climáticas de precipitación y temperatura corregidos en un modelo hidrológico, con el objetivo de poder comparar aportaciones de periodos futuros con las de un periodo de referencia y evaluar los posibles impactos del cambio climático en los recursos futuros. “Se seleccionaron variables meteorológicas de 9 proyecciones climáticas pertenecientes a los escenarios de emisión 4.5 y 8.5, se corrigió el sesgo y se introdujeron en un modelo hidrológico para la simulación de caudales”, indica la investigadora del IIAMA

En este sentido, los datos son cada vez más asequibles debido a la mayor disponibilidad e información acerca de proyecciones climáticas proporcionadas por servicios climáticos como CORDEX (Coordinated Regional Climate Downscaling Experiment) o SWICCA (Service for Water Indicatos in Climate Change Adaptation, Copernicus project), un portal desarrollado a escala europea por el SMHI (Instituto Meteorológico e Hidrológico de Suecia) con la colaboración de diferentes centros de investigación, entre los que se encontraba el Grupo de Ingeniería de Recursos Hídricos del IIAMA-UPV.

La metodología, que puede implementarse en otras cuencas con características similares al Júcar, permite obtener información para mejorar la toma de decisiones, siempre y cuando se tenga “un profundo conocimiento de la zona de estudio”, por lo que su extrapolación a otros casos de estudio requiere del conocimiento de “expertos”, aseguran los participantes en el estudio.

De hecho, uno de los factores clave para la estimación de los impactos del cambio climático en las cuencas es el escenario hidrológico al que éstas se van a enfrentar en el futuro, siendo la Cuenca del Júcar una zona propensa a sufrir sequías recurrentes que duran varios años por su gran variabilidad hidrológica.

Resultados

Los resultados obtenidos confirman una vez más que la tendencia futura de los recursos hídricos en una cuenca Mediterránea es decreciente, aunque con un alto grado de incertidumbre asociada a su intensidad. “A pesar de los intentos por reducir esta incertidumbre por medio de ajustes en los datos iniciales al estado actual de la cuenca y la corrección del sesgo de los datos futuros, sigue habiendo dudas razonables sobre la mejor forma de trabajar con las proyecciones climáticas”, explica Sara.

Particularmente, los investigadores del IIAMA optaron por reducir el periodo de referencia de los modelos climáticos (1971-2000) a un periodo que, bajo su análisis, representa mejor el estado actual de la cuenca (1980-2000) y que refleja mejor el llamado “efecto 80”.

“Si evaluamos el posible impacto del cambio climático comparando cada periodo futuro (2011-2040, 2041-2070 y 2071-2098) con el de referencia (1980-2000), en el primero se experimenta un incremento del 1% de media, en el segundo un descenso del -7% y en el tercero del -13%. Sin embargo, estos cambios son más acusados si se decide utilizar el periodo 1971-2000 como referencia, dando como resultado descensos del -11% para el futuro cercano, del -13% para el futuro medio y del -23% para el futuro lejano”, afirman los técnicos del IIAMA

Por ello, los investigadores del IIAMA concluyen señalando que esta tendencia decreciente es un gran reto para la gestión futura de los recursos hídricos en esta cuenca, ya que actualmente la relación entre los recursos generados y las demandas es muy estrecha, “cerca del 90%” por lo que la toma de decisiones debe realizarse “de la forma más acertada posible, siendo necesario continuar investigando y reduciendo la incertidumbre”.

Fuente: IIAMA UPV