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Materiales para campanarios y chimeneas contra terremotos

Campanario de AgostEl paso del tiempo, la acción del ser humano o fenómenos naturales como terremotos han pasado factura a construcciones históricas que forman parte de nuestro patrimonio. Así, un grupo de investigadores del Departamento de Ingeniería Civil de la Universidad de Alicante (UA) apuesta por la utilización de nuevos materiales para la conservación de campanarios y chimeneas declaradas, la gran mayoría, Bienes de Interés Cultural.

“Durante el terremoto de Lorca de 2011 observamos que existen estructuras especialmente sensibles como son las construcciones esbeltas de mampostería, es decir, chimeneas y campanarios”, apunta el investigador principal del proyecto, Salvador Ivorra. Además, numerosas de esas chimeneas industriales están situadas en el centro de las ciudades, incluso en algún patio de luces que, ante un movimiento sísmico, podrían afectar a edificios cercanos o incluso a personas.

Tras los estudios realizados por los investigadores de la UA, prácticamente ninguna de las chimeneas de la provincia de Alicante y Valencia sería capaz de soportar el terremoto que la normativa actual indica. En el caso de los campanarios la situación también es muy variable sin embargo, la mayor parte de ellos tienen un mantenimiento, aunque muy reducido debido a su coste.

En este sentido, uno de los objetivos de este proyecto, apoyado por el Ministerio de Economía y Competitividad, consiste en diseñar una metodología de refuerzo para la conservación sostenible de estas estructuras.  “Alargar la vida útil de chimeneas o campanarios es menos costoso que construir nuevas”, insiste Ivorra. Para ello, por primera vez a nivel nacional, los investigadores utilizan materiales como fibras de carbono y/o vidrio con morteros a base de cemento, material que resiste mucho mejor los efectos ultravioleta que la radiación solar provoca y mejora la capacidad resistente frente a movimientos sísmicos.

Metodología de estudio

​Según indica el profesor Salvador Ivorra “el proceso de trabajo consiste en realizar una inspección de la chimenea o campanario con el fin de analizar sus patologías estructurales, si existen”. Para ello, se toman muestras de materiales y se instalan una serie de sensores capaces de captar las vibraciones ambientales.

“Mediante los resultados de las vibraciones registradas reproducimos un modelo matemático lo más fiable y simulamos su comportamiento frente al terremoto para analizar por donde se producirían las fisuras, grietas y posible colapso. A partir de este momento introducimos y diseñamos el refuerzo sobre el modelo de ordenador partiendo de ensayos previos de laboratorio sobre los materiales de refuerzo. Por último, dibujamos planos, estudiamos el presupuesto y redactamos el proyecto de refuerzo. Finalizada la obra se vuelven a realizar ensayos dinámicos para evaluar si la estructura mantiene sus características dinámicas y con ello se valida la efectividad del refuerzo realizado”, explica el investigador.

El proyecto, “Estudio experimental y numérico del comportamiento sísmico de estructuras esbeltas de mampostería reforzados con FRG: diseño conceptual de un procedimiento de refuerzo frente a acciones dinámicas”, además de estar financiado por la convocatoria de proyectos de investigación del Ministerio de Economía y Competitividad, cuenta con el mecenazgo y la aportación gratuita de materiales avanzados de refuerzo de la empresa Ibermapei S.A.

Fuente: UA