La Universidad de Alicante (UA) y la Universitat Politècnica de València (UPV) han puesto en marcha la aplicación móvil MarinaInfo para que ciudadanos puedan advertir de la presencia de vertidos, plásticos, especies singulares o invasoras, así como para avisar de prácticas indebidas como la pesca ilegal, navegación de riesgo o molestas y prácticas de fondeo en zonas no autorizadas.
La app, desarrollada por los investigadores del Departamento de Ecología y del Instituto Multidisciplinar para el Estudio del Medio “Ramon Margalef” de la UA, César Bordehore y Eva Fonfría, y los informáticos de la UPV, Eduardo Blasco y Ramón Palacios, nace con el objetivo de mejorar el conocimiento sobre la ordenación espacial de las áreas marinas, sus usos y también la seguridad de todos los usuarios.
MarinaInfo se enmarca dentro de lo que se conoce como un proyecto de ciencia ciudadana, en el que el público general interviene de forma activa en el proceso de investigación científica. En este caso, a través de la nueva app, los usuarios intervienen en la recopilación de información y en el aviso de malas prácticas con el objetivo de contribuir a proteger la biodiversidad marina. La aplicación MarinaInfo es gratuita y ya está disponible para Android y, en breve, estará para dispositivos iOS.
Cartografía de praderas de Posidonia oceanica
En esta primera fase, la aplicación ofrece, entre otra información de interés, la cartografía de praderas de Posidonia oceanica del litoral de la provincia de Alicante, pero la meta final del equipo de trabajo es poder ampliar el contenido a todo el territorio nacional. Además, ya están trabajando en facilitar información para concienciar sobre la importancia de las Áreas Marinas Protegidas, así como la regulación de estos espacios naturales designados para la protección de ecosistemas del medio marino.
“Como usuarios del mar, donde salimos muchas veces a muestrear, somos conscientes de la existencia de situaciones de riesgo debido a navegación por exceso de velocidad en zonas donde puede haber buceadores, fondeos en áreas no autorizadas o pesca en zonas prohibidas”, señalan los investigadores de la UA. En este sentido, gracias a la colaboración de toda la sociedad y de profesionales vinculados al sector marítimo como cofradías de pescadores, asociaciones de buceo o medioambientales, “las actividades no autorizadas o molestas facilitadas a través de MarinaInfo se pueden denunciar de manera anónima con fotos”, explican.
Cada aviso, que es georreferenciado automáticamente por la aplicación, es analizado y, en caso de que pueda contravenir alguna normativa, se informa a la autoridad competente. Una vez recibido el aviso, explican los informáticos de la UPV, “estudiamos si los hechos que se comunican pudieran ser una infracción administrativa o algún tipo de conducta que deba ser conocida por las administraciones competentes. Por ejemplo, en una zona de playa mal balizada donde las embarcaciones se meten navegando en zonas no autorizadas, comunicaremos al Ayuntamiento correspondiente que mejore el balizamiento para evitar situaciones de riesgo para las personas”.
Colaboraciones anteriores
No es la primera vez que los investigadores de la UA e informáticos de la UPV colaboran en un proyecto de este tipo. En 2018 se produjo el lanzamiento de Medusapp, la aplicación que ha permitido reportar más de 36.000 avistamientos de medusas gracias a la colaboración de la ciudadanía a través de su teléfono móvil. Además de contribuir a ampliar el conocimiento científico sobre las especies más comunes a lo largo de la costa mediterránea, sus patrones estacionales y las tendencias de distribución espacial, esta aplicación se ha convertido en una herramienta para advertir a los bañistas sobre la presencia de medusas en tiempo real.
La app MarinaInfo forma parte del programa de Ciencias Marinas ThinkInAzul (GVA-THINKINAZUL/2021/043 OBSERMAR-CV), apoyado por el Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades, con financiación de la Unión Europea NextGenerationEU y por la Generalitat Valenciana. Esta aplicación es una contribución del Laboratorio Marino de la UA en Dénia.
Fuente: UPV