Artemi Cerdá, catedrático de Geografía Física de la Universitat de València (UV) y Jorge Batlle (profesor del Departamento de Biología Vegetal), han participado en la elaboración del Atlas Mundial de la Desertificación, un proyecto del Centro Común de Investigación de la Comisión Europea para valorar de forma exhaustiva la degradación mundial del suelo y adoptar medidas correctoras. Cerdá ha colaborado en estudios específicos sobre erosión y desertificación por incendios forestales, y Batlle se ha encargado del proceso de salinización del suelo.
La aportación de Artemi Cerdá al Atlas Mundial de la Desertificación se ha concretado en dos líneas de investigación. Por una parte, ha analizado la erosión derivada de la pérdida de fertilidad de los suelos como consecuencia de la agricultura intensiva, y por otra parte, ha investigado la erosión dada tras los incendios forestales de grandes dimensiones que han seguido a los procesos de éxodo rural y recuperación forestal.
Jorge Batlle ha analizado los procesos de salinización (acumulación de sales solubles en agua, lo que degrada los suelos y su vegetación) y de alcalinización (acumulación de sodio con poca infiltración de agua, lo que impide el crecimiento de las plantas). Estos cambios dan lugar a una grave degradación del suelo extendida globalmente, especialmente en zonas áridas o semiáridas irrigadas para producir cosechas. En la Comunitat Valenciana tiene una especial incidencia por sobreexplotación de acuíferos e intrusión marina.
El World Atlas of Desertification es un proyecto de la Unión Europea que nació en 1977 en el marco de la Convención de las Naciones Unidas para la lucha contra la Desertificación. Este mes de junio se ha actualizado por tercera vez tras más de veinte años, y constituye una herramienta de referencia para futuros estudios de medioambiente y sostenibilidad ambiental. Según la introducción del Atlas, en estas dos décadas “han tenido lugar enormes cambios globales en términos de expansión humana y del impacto que esta ha tenido en el medio ambiente”, ante lo cual esta obra colectiva subraya la urgencia de adoptar medidas correctoras.
Artemi Cerdá ha colaborado en proyectos de investigación sobre desertificación y desarrollo en Estados Unidos, Holanda, Bolivia, Etiopía o Israel, entre otros países; y ha publicado más de 200 artículos de investigación en revistas de impacto internacional. Ha sido investigador del Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y es miembro del grupo de investigación Soil Erosion and Degradation Research Group (SEDER). Actualmente investiga la evolución de áreas forestales y agrarias afectadas por la erosión, especialmente en zonas de cultivo de viña.
Jorge Batlle Sales es profesor titular de la Universitat de València del área de conocimiento Edafología y Química Agrícola. Trabaja en la línea de investigación sobre problemas asociados a suelos salinos y ha organizado tres simposios internacionales en la Universitat en colaboración con la Agencia de las Naciones Unidas para la Agricultura y Alimentación (FAO) (ISSALE-95, SPUSH 2001 y GFSCC2010). Lidera el Grupo de Trabajo sobre Salinización de Suelos de DESERNET Internacional y desde 1994 es secretario de la Comisión de Suelos Salinos de la Unión Internacional de Sociedades de Suelos.
Presión sin precedentes
Las principales conclusiones del Atlas Mundial de la Desertificación ponen de manifiesto que el crecimiento de la población y los cambios en los patrones de consumo añaden una presión sin precedentes sobre los recursos naturales del planeta. Más del 75% de la superficie terrestre ya se encuentra degradada y podría aumentar a más del 90% en 2050. Además, cada año se degrada una superficie equivalente a la mitad del tamaño de la Unión Europea (4,18 millones de km²), siendo África y Asia las zonas más afectadas.
El Atlas también estima que el coste económico de la degradación de los suelos en la UE asciende anualmente a decenas de miles de millones de euros y que el cambio climático provocará una reducción del rendimiento mundial de los cultivos de aproximadamente un 10 % de aquí a 2050. Además, como consecuencia de la acelerada deforestación, cada vez será más difícil mitigar los efectos del cambio climático, y se estima que entre 2018 y 2050 hasta 700 millones de personas se verán desplazadas debido a problemas vinculados a la escasez de recursos del suelo.
Descarga del World Atlas of Desertification.
Fuente: UV