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Los centros educativos con metodologías más conservadoras generan hábitos lectores deficitarios

UA-habitoslecturaSegún el estudio realizado por el profesor de la Universidad de Alicante, Dari Escandell, a partir de una encuesta distribuida en 50 centros de la provincia
Conocer los hábitos de lectura de los niños, niñas y jóvenes alicantinos escolarizados en los diferentes programas educativos bilingües, ha sido el objeto de estudio de la tesis doctoral realizada por Dari Escandell, profesor del Departamento de Filología Catalana de la Universidad de Alicante. El proyecto, que ha contado con un centenar de colaboradores, entre universitarios en prácticas, maestros y profesores en activo, ha recibido el primer premio «Ayudas de Investigación 2012» del Instituto Alicantino de Cultura Juan Gil-Albert.
Entre sus resultados, destaca que el centro educativo y la familia son los factores más determinantes en la creación y la consolidación de un hábito lector saludable. Asimismo, según sus datos, los centros con metodologías más conservadoras albergan la mayor parte de los escolares con hábitos lectores deficitarios.
Según esta investigación, los escolarizados en valenciano presentan unos índices de lectura “más elevados y equilibrados: leen prácticamente igual en valenciano que en castellano”. Así, la lengua vehicular en la que un alumno o alumna cursa estudios condiciona, por encima de la lengua materna, la diversidad idiomática en la lectura. “Los niños y jóvenes castellanohablantes que estudian en valenciano presentan unos índices de lectura más notables respecto de quienes cursan estudios en lengua materna”, apunta Escandell.
Entre otros aspectos, la tesis del profesor de la UA señala que los niños y jóvenes que más leen coinciden con los que, en la escuela o instituto, se benefician de dinámicas como el préstamo bibliotecario, la elección de lecturas escolares a partir de amplios abanicos de títulos o la organización de actividades de animación lectora. “Leer con mayor o menor frecuencia no es una cualidad innata: los agentes dinamizadores de los buenos hábitos lectores tienen mucho que ver”, insiste.
Por otro lado, Dari Escandell ha comprobado a partir de sus estudio, que quién más lee destina más tiempo a otras alternativas formativas como la música, los idiomas, los cursos complementarios o el deporte. “Quien lee poco suele concentrar el tiempo de ocio en alternativas lúdicas como los videojuegos o la televisión”, aclara.
Por último, entre los resultados de la investigación, se apunta a que el descenso del hábito lector, constatado sobre todo en la ESO, contrasta con la recuperación progresiva por parte de la mayoría de adolescentes que siguen estudios superiores.
El estudio, titulado “Literatura infantil y juvenil: prospección de tendencias y hábitos de lectura en el sistema educativo valenciano”, parte de una encuesta distribuida en 50 centros de la provincia, una muestra extraída de aulas de 25 colegios y 25 institutos. En total han participado 3.500 alumnos de 10 a 18 años de centros públicos alicantinos, que cursaban 4º y 6º de primaria, 2º y 4º de ESO, bachillerato y estudios superiores.
Fuente: UA