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Los buitres leonados pueden desplazarse en un año por extensiones de hasta 10.000 km2

Un equipo liderado por la Universidad Miguel Hernández (UMH) de Elche, en el que participan la Estación Biológica de Doñana (EBD) y el Museo Nacional de Ciencias Naturales (MNCN), centros dependientes del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas (CSIC), ha analizado los patrones básicos de movimientos de varias poblaciones de buitres leonados en España. Los datos obtenidos indican que estas aves se mueven a lo largo del año por áreas muy extensas que alcanzan los 5.000 km2 de media pero que, en ocasiones, se acercan a los 10.000 km2. Además, pueden llegar a desplazarse una media de 1.700 kilómetros al mes.

Buitre leonado (Gyps fulvus) en pleno vuelo. Foto: Sergio González Martínez.

Este trabajo, en el que participan los investigadores del Departamento de Biología Aplicada de la UMH Eneko Arrondo, Jon Morant Echevarría, José Antonio Sánchez Zapata y Juan Manuel Pérez García, reúne información de varias poblaciones de buitres leonados, tres de ellas monitoreadas por la EBD-CSIC en Andalucía y en Bardenas Reales de Navarra, lo que ha permitido obtener datos de un número de ejemplares sin precedentes. Para llevarlo a cabo, se marcaron 127 buitres con GPS en cinco regiones diferentes de la España peninsular.

El análisis de datos reveló importantes diferencias en el área de campeo de los ejemplares en función de distintos factores, como el área de cría, la estacionalidad o el sexo del individuo. Por ejemplo, los individuos de las regiones de cría situadas más al norte, en los Pirineos, el valle del Ebro y el Sistema Central, mostraron áreas de campeo más pequeñas y recorrieron distancias mensuales más cortas que las poblaciones situadas en lugares más meridionales, como las sierras de Cazorla o Cádiz.

 El equipo también detectó diferencias en función de la estación del año. Las áreas de campeo fueron mayores en primavera y en verano que en invierno y otoño, lo que podría estar relacionado con diferencias en las condiciones de vuelo y las necesidades alimentarias asociadas a la reproducción. Por otra parte, las extensiones de las áreas de campeo también mostraron diferencias en función del sexo del individuo. Las hembras mostraron mayores áreas de campeo que los machos, lo que indica que estos últimos tienden a utilizar áreas similares durante todo el año. Ello puede determinar, por ejemplo, asimetrías en el riesgo de ambos sexos frente a factores de mortalidad causados por actividades humanas.

El buitre leonado es una especie clave en el sur de Europa debido a que presta importantes servicios ecosistémicos a través de la eliminación de restos de ganado y ungulados salvajes, sin coste económico y sin emisiones de efecto invernadero. Junto con el resto de especies de aves carroñeras, también se ha convertido en un atractivo clave para el turismo de la naturaleza, lo que genera importantes ingresos en economías rurales, especialmente en la llamada España vaciada.

Los resultados obtenidos de este trabajo demuestran que la gestión de especies que explotan áreas tan extensas no puede plantearse a nivel local. Son necesarias estrategias de conservación que garanticen la existencia de recursos tróficos y minimicen riesgos de mortalidad a escala prácticamente continental. Para ello, según el equipo científico, se requiere la colaboración de administraciones regionales e incluso estatales para evitar asimetrías en la aplicación, por ejemplo, de normativas sanitarias relacionadas con la eliminación de restos ganaderos.

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Fuente: UMH