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La Arquitectura visionaria ha permitido adaptarse a los avances industriales

El profesor de la CEU-UCH Bartolomé Serra Soriano, Premio Extraordinario de Doctorado.Los conceptos de optimización, eficiencia, estandarización o velocidad de producción aplicados a materiales como la madera, el hormigón y el acero supusieron un giro en la forma de idear y construir para la arquitectura. Este cambio revolucionó por completo los procesos constructivos y fue fundamental para el desarrollo posterior de la prefabricación en la arquitectura, tal y como la entendemos hoy en día. La influencia de las aportaciones de grandes maestros de la arquitectura a este proceso -Wright, Gropius y Wachsmann, Le Corbusier, Kahn, Buckminster Fuller y Mies van de Rohe- ha sido analizada por el profesor del Departamento de Proyectos, Teoría y Técnica del Diseño y la Arquitectura de la CEU-UCH, Bartolomé Serra Soriano. Su tesis, bajo la dirección del doctor Alfonso Díaz Segura, ha obtenido uno de los Premios Extraordinarios de Doctorado de la CEU-UCH.

Bajo el título Grandes maestros de la arquitectura industrializada. Seis aportaciones pioneras de la prefabricación en madera, hormigón y acero, el profesor Serra estudia en su investigación premiada cómo los grandes maestros de los siglos XIX y XX acometieron la arquitectura desde el conocimiento profundo de la naturaleza de los materiales, preocupándose por dominar no solo sus propiedades constructivas, sino también sus posibilidades de industrialización y sus procesos de fabricación. Según señala el profesor Serra, “estos ejemplos precursores de arquitectura industrializada se han convertido en referentes ineludibles para todo aquel que, desde entonces, haya pretendido afrontar nuevas propuestas en el campo de la arquitectura prefabricada. El valor de aquellas aportaciones es su condición de prototipos imprescindibles para seguir avanzando hacia una arquitectura optimizada y eficaz actualmente”.

“Prototipos imprescindibles” de la arquitectura industrializada

Los casos investigados en los que se manifiesta de forma evidente su carácter como prototipos de construcciones prefabricadas realizadas con elementos industrializados son los de Wright y Le Corbusier. “Sin embargo, tanto en las American System-Built Houses de Frank Lloyd Wright, como en los proyectos de Le Corbusier en Lège y Pessac, los criterios de aprovechamiento del avance industrial quedaron camuflados por la continuidad de un revestimiento que ocultaba las juntas, y que sólo permitía apreciar la modulación en la configuración de los huecos exteriores”. Wright reformuló, además, el tradicional sistema balloon frame, logrando “una construcción prefabricada que, al mismo tiempo, era versátil en función de las exigencias de cada encargo”.

Otros ejemplos precursores que el profesor Bartolomé Serra ha abordado en su tesis doctoral son la concepción de la arquitectura por catálogo con paneles de madera a través de las Packaged Houses de Walter Gropius y Konrad Wachsmann; la precisión y el orden de las piezas prefabricadas de los Laboratorios Richards de Louis I. Kahn; las utopías de las estructuras tensadas, de Richard Buckminster Fuller; y la esencia de la construcción en acero, de Mies van de Rohe. “Estas propuestas pioneras han constituido la base de la arquitectura industrializada actual: sin ellos, la evolución de la prefabricación hasta nuestros días habría resultado, cuanto menos, comprometida”, señala el profesor de Architecture en la CEU-UCH.

Binomios arquitectura-industria, arte-ciencia

Según su investigación, el progreso del binomio entre arquitectura e industria no queda reducido al uso de elementos estandarizados: “Estos maestros demostraron que la arquitectura era capaz de fagocitar el conocimiento científico, digerirlo con espíritu crítico y elevarlo a la categoría de arte, alcanzando la simbiosis entre la industria, focalizada en la mejora objetiva de procesos, recursos y tiempos, y la arquitectura, que trascendía el mero hecho fabril”. Para el profesor de la CEU-UCH Bartolomé Serra, “esta búsqueda constante por la integración de los valores definitorios del arte de construir, bajo los parámetros científicos del mundo industrial, constituye el compromiso que cualquier arquitectura, independientemente de su grado de prefabricación, debería sentirse obligada a satisfacer por su naturaleza dual de arte y ciencia”.

Fuente: CEU-UCH