Científicos de la Facultat de Medicina i Odontologia de la Universitat de València, en colaboración con el Instituto de Investigación Sanitaria INCLIVA y a través de los Servicios de Radiodiagnóstico, Cardiología y Medicina Interna del Hospital Clínico Universitario de Valencia, desarrollan una técnica pionera para tratar la hipertensión arterial refractaria, es decir, resistente a la medicación. La técnica conocida como denervación renal se ha iniciado como ensayo clínico –fase previa a la aplicación generalizada- y su objetivo es disminuir el número de fármacos necesarios para controlar la presión arterial. La iniciativa se enmarca dentro de un proyecto multidisciplinar coordinado por los investigadores José Redón, catedrático de Medicina y director científico del Instituto de Investigación Sanitaria INCLIVA, Julio Palmero y el catedrático Juan Sanchis.
“La peculiaridad de estos pacientes hipertensos es que no responden a la terapia habitual con medicación, ya que incluso tomando hasta siete fármacos, siguen siéndolo. La técnica se aplica gracias a la colaboración de los Servicios de Cardiología, Medicina Interna y Radiodiagnóstico”, explica el jefe del servicio de Radiodiagnóstico del Hospital Clínico Universitario de Valencia, Julio Palmero.
A pesar de los avances en el tratamiento farmacológico, en un porcentaje significativo de pacientes no se consigue un control adecuado de las cifras de presión arterial, situación denominada hipertensión resistente. Por otra parte, “una proporción de pacientes hipertensos no sigue adecuadamente el tratamiento, especialmente cuando se requieren múltiples medicamentos, con lo que aumenta el riesgo de complicaciones cardiacas”, argumenta el catedrático de la Facultat de Medicina i Odontologia y jefe de sección de Cardiología del Hospital Clínico, Juan Sanchis.
Catéter con dispositivo de radiofrecuencia
El uso de esta técnica se basa en observaciones que indican que el aumento de la actividad nerviosa renal puede ejercer un papel importante en la hipertensión arterial y en el desarrollo de hipertensión resistente. Por ello, este ensayo clínico consiste en suprimir la actividad de los nervios renales mediante la introducción de un catéter en las arterias renales que eliminen selectivamente su inervación a través de pequeñas ablaciones.
Estudios preliminares han demostrado la seguridad de la técnica y resultados prometedores en el control de la hipertensión arterial, aunque su efectividad se debe confirmar con nuevos estudios. Por consiguiente, “la aplicación de esta nueva técnica debe realizarse dentro de proyectos de investigación que sigan criterios estrictos”, apuntan los doctores.
En este sentido, el proyecto se ha centrado en pacientes que ya han presentado complicaciones cardiacas. Si la técnica fuera eficaz repercutiría, por una parte, en una mejoría en el pronóstico de los pacientes con hipertensión arterial resistente y, por otra, en una reducción de costes para el sistema sanitario al disminuir el número de fármacos necesario para los tratamientos.
Fuente: UV